Fachada principal de la Iglesia Parroquial de San Mateo de La Puerta de Segura
(foto: archivo propio)
La Puerta es la entrada a esa bellísima casa que es la Sierra de Segura. Se desparrama su singular casco antiguo por la ladera de una empinada montaña, y a modo de cascada blanca cae hacia las rojizas aguas del Guadalimar.
La Iglesia de La Puerta es de las más recientes de la comarca de la Sierra de Segura. Trazada en 1817 por Sebastián Azcuaga, arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, vino a sustituir al viejo templo medieval de reducidas dimensiones, teniendo en cuenta las necesidades de una feligresía en crecimiento. Además, el templo había sido pasto de las llamas en el incendio que asoló a la población, provocado por los franceses en 1811.
La iglesia es de planta basilical con una sola nave, cubierta con bóveda de cañón reforzada por arcos fajones, en la que se abren amplios ventanales semicirculares que aportan luz al interior. La cabecera absidial se cubre con bóveda de cuarto de esfera. La cubierta se apoya en sencillo entablamento sostenido por pilares embutidos en el muro perimetral del templo. En los espacios entre pilares se abren una serie de capillas en nicho de pequeñas dimensiones con arco de medio punto sobre impostas, que a su vez albergan hornacinas con imágenes, salvo la que acoge la puerta de acceso a la sacristía, en el lado de la Epístola. La capilla mayor, de similares dimensiones a las demás, acoge por su parte un retablo de reciente factura. El coro se sitúa en los pies, elevado, sobre bóveda de cañón rebajada. En el lado del Evangelio se adosa una capilla rectangular dedicada al Santísimo, de techumbre plana y con pequeño artesonado sobre el reducido presbiterio. En la sacristía se conserva una cruz procesional de plata del siglo XVI.
Interior de la Iglesia Parroquial de San Mateo de La Puerta de Segura
(foto: archivo propio)
Vista de la bóveda de cañón, capillas laterales y coro en los pies del templo
(foto: archivo propio)
Capilla del Santísimo
(foto: archivo propio)
Su exterior destaca por un aire neoclasicista y una marcada volumetría cúbica que se completa con la cabecera poligonal. El material del que está hecho el edificio es el ladrillo, en algunas zonas cubierto por un enfoscado que adquiere una tonalidad rojiza seguramente por el componente arcilloso del mortero. Dado el desnivel que presenta la calle en la que ubica el edificio, se aprecia en todo el lado Este un zócalo de sillares, posiblemente perteneciente a la anterior construcción medieval. Precisamente por la complicada orografía sobre la que se asienta el caserío en esta parte del pueblo, la iglesia posee una orientación Norte-Sur, correspondiéndose estos puntos con la cabecera y los pies, respectivamente.
La torre se sitúa en la esquina sureste y surge del propio cuerpo del templo. Realizada en ladrillo, tiene un sólo cuerpo en el que se abren huecos de medio punto para albergar las campanas, y un reloj en el lado Este. Dos molduras paralelas recorren los cuatro lados del mismo. Se remata con un pequeño chapitel.
La fachada principal es muy simétrica, dividida en tres calles, con vanos adintelados y de medio punto en las laterales, mientras que en la central se sitúa la portada, abarcada por un gran arco de medio punto. Dicha portada es muy sobria, de cantería, compuesta por una puerta adintelada de grandes proporciones enmarcada por sencillas pilastras sobre las que se sitúan dos ménsulas lisas que sostienen una cornisa. Entre la portada y un gran ventanal semicircular se sitúa un hueco rectangular con inscripción: “SE CONSTRUYÓ, A EXPENSAS DEL SERENÍSIMO SEÑOR YNFANTE DON FRANCISCO DE PAULA”. Se trata del único edificio en la comarca donde aparece inscrito el nombre de un comendador de la Orden de Santiago, tan vinculada a la Sierra de Segura. Don Francisco de Paula Antonio fue una especie de comendador-mecenas, el último de la Encomienda segureña, que no sólo auspició las obras de la iglesia que nos ocupa, sino también de la devastada parroquia de Segura de la Sierra tras su incendio por los franceses.
Aspecto exterior del templo de San Mateo de La Puerta de Segura
(foto: archivo propio)
Vista de la cabecera del templo desde el paseo del Guadalimar
(foto: archivo propio)
Inscripción sobre la puerta de la Parroquia
(foto: archivo propio)
Bibliografía:
- VVAA. Jaén. Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.
Si, esta pueblo es maravillosa.
ResponderEliminarMi primera visita alla, era en año 1980.
Con un cordial saludo de Dortmund (Alemania)