Como indica su nombre, estas patatas no van acompañadas de nada de carne, por lo que es un plato muy indicado para los que quieran guardar la abstinencia en los viernes de cuaresma. Es una receta muy sencilla y popular y está riquísima. Es tan fácil de hacer que se prepara en media hora. Nada más empezar a hacerla los olores de este platillo me transportan a mi infancia y a la cocina de mi madre.
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Fotos: Mª Cristina Gimeno Ramos
Ingredientes:
- Un kilo de patatas.
- Tres o cuatro dientes de ajo.
- Una hoja de laurel.
- Unas ramitas de perejil fresco.
- Un chorreón de vino blanco.
- Aceite de oliva virgen de Jaén.
- Unos granos de pimienta negra.
- Colorante alimenticio.
- Una pastilla de caldo.
- Una pastilla de caldo.
- Cuatro huevos.
- Sal.
- Sal.
Modo de hacerlo:
Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en trozos gruesos, cascándolas. Esto significa, para el que no lo sepa, que al cortar rompemos la última parte del corte para que la patata suelte el almidón y el caldo engorde (ver foto).
Los dientes de ajo también los picamos, al igual que el perejil.
En una sartén ponemos un poco de aceite (ver foto). Cuando el aceite esté caliente ponemos las patatas y los ajos y refreímos. Añadimos después el laurel, la pimienta en grano y las ramitas de perejil. El perejil lo podemos picar o bien dejarlo en rama para luego quitárselo.
Le echamos el vino blanco y dejamos que cuezan sin que se peguen e inmediatamente incorporamos agua hasta cubrir las patatas y la pastilla de caldo.
Cuando la patata esté tierna, estrellamos cuatro huevos y los cuajamos en el caldo y rectificamos de sal. Procurad que no queden con mucho caldo.
Buen provecho.
Los dientes de ajo también los picamos, al igual que el perejil.
En una sartén ponemos un poco de aceite (ver foto). Cuando el aceite esté caliente ponemos las patatas y los ajos y refreímos. Añadimos después el laurel, la pimienta en grano y las ramitas de perejil. El perejil lo podemos picar o bien dejarlo en rama para luego quitárselo.
Le echamos el vino blanco y dejamos que cuezan sin que se peguen e inmediatamente incorporamos agua hasta cubrir las patatas y la pastilla de caldo.
Cuando la patata esté tierna, estrellamos cuatro huevos y los cuajamos en el caldo y rectificamos de sal. Procurad que no queden con mucho caldo.
Buen provecho.
Cristina muy muy ricas seme hace la boca agua
ResponderEliminarGracias Luisa por tu comentario, pero sobre todo por seguir este blog. Espero que no sólo las leas sino que también hagas estas recetas tan nuestras y que las tradiciones no se pierdan. Un beso.
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