Iglesias de Jaén. Iglesia de Santa Catalina de ESPELUY


Aspecto exterior de la Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Espeluy
(foto: archivo propio)

Espeluy es un municipio de la Campiña jiennense, famoso en el territorio nacional por ser, haber sido, un importante nudo ferroviario. Atesora este pequeño enclave un patrimonio artístico de gran interés, conformado fundamentalmente por dos elementos: su castillo medieval, posiblemente de la segunda mitad del siglo XIV, actualmente en manos privadas, y la llamada hacienda del Pilar, antigua casa de labranza reconvertida a principios del siglo XX en un palacete señorial privado por el ministro de instrucción pública y bellas artes oriundo de Jaén, Don José del Prado y Palacio.
Por las obvias dificultades en la visita al interior de ambos monumentos, nos quedamos en esta ocasión con el tercero en importancia de los bienes inmuebles de la localidad, su iglesia parroquial bajo la advocación de Santa Catalina de Alejandría.


UN POCO DE HISTORIA

La iglesia parroquial de Santa Catalina se alza en la Plaza de la Constitución de Espeluy, ocupando el costado del edificio el lado norte de dicha plaza, frente a la fachada del Ayuntamiento. 
La historia del actual nucleo urbano de Espeluy hunde sus raíces en la Edad Media. En época islámica debió existir una pequeña alquería -aldea- al amparo de una construcción militar que es tomada por las huestes cristianas de Fernando III en 1224, quedando Espeluy en condición de lugar de realengo, aunque despoblado. Esta situación de abandono debió de mantenerse durante algunas décadas, pues en la relación de parroquias del obispado de Jaén recogidas en el Sínodo de 1311 no se menciona a Espeluy. Es precisamente durante el siglo XIV cuando se produce un cambio en el estatus del lugar de Espeluy, pasando a integrarse en el Señorío de Jabalquinto, más tarde Condado por concesión de Enrique IV en 1473. Este hecho supuso la recuperación de Espeluy. La construcción de un nuevo castillo, orientado no tanto a la defensa sino a la expresión del nuevo poder señorial, fue el punto de partida de un núcleo de población más estable y en creciente número de vecinos. La creación de una parroquia en el lugar debió correr paralela o quizás se demorara hasta la centuria siguiente, es decir, en el siglo XV. El caso es que en la relación de parroquias del Sínodo de 1511 ya sí aparece la de Espeluy.
No obstante, la edificación debió de ser humilde puesto que la aldea también lo era. La siguiente noticia sobre la iglesia de Espeluy data del siglo XVIII. El geógrafo Bernardo de Espinalt, en su obra "El Atlante Español", en el tomo correspondiente a Jaén (1786) señala que Espeluy contaba con 11 vecinos (no más de 50 habitantes) y que había un Oratorio dedicado a Santa Catalina Mártir. Es significativo el hecho de que empleara el vocablo "oratorio" y no el de "iglesia" o "templo", debido seguramente a sus reducidas dimensiones.
En similares términos se pronuncia Pascual Madoz en su "Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar" (1852): "...Sus casas están diseminadas sin formar calle, y la iglesia parroquial (Santa Catalina) es aneja de la de Cazalilla, distante una legua...".    
El actual edificio, levantado sobre el lugar que ocupaba el antiguo oratorio, es obra ya del siglo XX, siendo inaugurado en 1954.


LA IGLESIA DE SANTA CATALINA DE ALEJANDRÍA
 
Consta de una sencilla planta rectangular, con orientación Este-Oeste, de una sola y amplia nave, techumbre plana y cubierta a dos aguas. 
La zona del presbiterio se cubre con bóveda de cañón rebajada en todo el ancho de la nave. En el testero frontal, plano, se abren tres hornacinas de arco de medio punto que albergan imágenes. La Inmculada Concepción y el Sagrado Corazón de Jesús ocupan las laterales, y en la central, más amplia, aparece Santa Catalina de Alejandría, titular de la parroquia, representada con sus atributos iconográficos: la palma, común a todos los mártires, que simboliza el triunfo sobre la vida y la carne, y la rueda con cuchillas donde recibió martirio, pero del que salió indemne, hasta que fue decapitada. El altar mayor, de obra, enmarca la hornacina de la Santa. Posee pares de columnas jónicas que sostienen un entablamento, coronando éste un frontón de inspiración barroca.
En el lado de la Epístola (dereho) se abre un pequeño espacio adintelado que comunica, a su vez, con la sacristía. Se trata de la capilla bautismal, presidida por la talla del patrón de la localidad, San Gregorio Nacianceno, colocada en una hornacina en el testero frontal. En un lateral, San Isidro ocupa otra hornacina practicada en el muro y, enfrente, en un mueble expositor, se halla la bandera de la cofradía de Santa Catalina, bordada y con la imagen de la santa en el centro. Por cierto que la cofradía de la titular del templo y patrona de Espeluy tiene la particularidad de que está formada exclusivamente por mujeres.
En los pies se sitúa el coro, en alto, sobre triple vano, dos escarzanos (izquierdo y central) y uno adintelado (derecho), correspondiéndose este último con el propio portón de la iglesia.

El presbiterio con el altar mayor y la imagen de Santa Catalina de Alejandría en el centro
(foto: archivo propio)


Santa Catalina de Alejandría, titular de la parroquia y patrona de Espeluy
(foto: archivo propio)


Capilla bautismal que preside la imagen de San Gregorio Nacianceno, patrón de Espeluy
(foto: archivo propio)

Vista de los pies del templo desde la cabecera
(foto: archivo propio)

El exterior es muy sencillo. Los elementos de interés, portada y espadaña, se concentran en la fachada principal, aunque descentrados con respecto al eje de la misma, en el lado izquierdo. La portada, a la que se accede por una escalinata, presenta arco de medio punto con ménsula en la clave, enmarcado por dos pilastras que sostienen un sencillo entablamento sobre el cual se sitúa un frontón partido con bolas en los extremos y cruz en el centro.
La espadaña consta de tres cuerpos, que reducen su anchura progresivamente. En el primero, sencillo óculo que alberga un reloj; en el intermedio dos vanos de arco de medio punto para campanas, vacíos no obstante; en el superior, un único vano también de medio punto, éste sí con campana. Se remata el conjunto con tejadillo de teja árabe y cruz.

Fachada principal de la parroquia de Santa Catalina de Espeluy
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- Espinalt, Bernardo. El Atlante Español. Madrid, 1786.
- Madoz, Pascual. Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid, 1852. 
- VVAA. Jaén. Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.


    

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