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La romería de Santa Lucía en CAMPILLO DE ARENAS


Santa Lucía en su ermita de Puerta de Arenas
(foto: archivo propio)

Puerta de Arenas y Autovía A-4
(foto: archivo propio)

EL LUGAR: LA PUERTA DE ARENAS

Cada Domingo de Pentecostés, los campilleros y campilleras tienen una cita romera ineludible en un singular paraje del entorno de Campillo de Arenas. La devoción por Santa Lucía es ancestral en este pueblecito de Sierra Mágina, y un tanto mítico -me atrevería a decir- el lugar donde se desarrolla la fiesta en su honor. Si se toma el camino de Granada desde Jaén, la carretera se va adentrando entre las montañas del Sur de la Provincia, siguiendo el curso del río Guadalbullón. Unos kilómetros antes de llegar a Campillo de Arenas, un enorme peñasco cae en desfiladero sobre el cauce del río y el paso se hace estrecho e intrincado. Es la llamada Puerta de Arenas, enclave ya mencionado por geógrafos y, sobre todo, viajeros, desde el siglo XVI.
Prosa pero también imagen -fundamentalmente algunos dibujos o grabados del siglo XIX- nos han dado una idea de la dificultad o el peligro que entrañaba esta angosta garganta para personas y carruajes, con el sempiterno acecho de bandoleros y asaltantes. Pero la centuria decimonónica no sólo nos ha legado la evocadora imagen romántica de este lugar. El progreso que, en ciertos sentidos, comenzó en España un tímido despertar mediado el siglo, trajo consigo una mejora de las comunicaciones que en la Puerta de Arenas se tradujo en la construcción de un túnel en 1840 -reinando Isabel II- que, casi siglo y medio después, ha cedido el testigo a otros más modernos a través de los cuales pasa hoy la autovía A-4.

HISTORIA DE LA DEVOCIÓN
LAS ERMITAS DE SANTA LUCÍA

Cuenta la tradición que un viajero ciego que viajaba en diligencia, al pasar por Puerta de Arenas y oír las alabanzas que sus compañeros de viaje hacían del lugar y no poder verlo, pidió a Dios por intercesión de Santa Lucía, abogada de los invidentes, que le devolviera la vista para admirar tan bello lugar. El viajero recuperó la vista en el acto y, en agradecimiento por el milagroso hecho, colocó un cuadro de la Santa en una hornacina practicada en la roca del desfiladero. 
Los datos de carácter histórico más antiguos que nos hablan de esta devoción se remontan a 1837, y se encuentran en la correspondencia mantenida por el entonces párroco de Campillo de Arenas, don Pedro Francisco Ruiz, con el Obispado de Jaén, para normalizar los cultos en honor de la Santa. Había un problema añadido, y es que, según dicha correspondencia, los bandoleros que se refugiaban en estas sierras en la primera mitad del XIX convirtieron el cuadro en blanco de sus trabucos, destrozándolo. Dice, por cierto, la tradición oral que los bandidos perdieron la vista por castigo divino y escarmiento.
El Obispado concedió licencia para la construcción de una ermita en honor a Santa Lucía que, gracias a los generosos donativos de los devotos campilleros, se pudo levantar entre 1855 y 1857 junto a la antigua hornacina y el túnel por el que transcurría la nueva carretera y que había sido inaugurado unos años antes. El día 13 de Enero de 1858 el Obispado concede permiso para poder celebrar misa en la ermita, por lo que a partir de entonces es costumbre celebrar la Eucaristía el 13 de cada mes caiga en el día de la semana que caiga. La primera romería se celebra en 1900, cuando se funda la Hermandad.
Después de aquella primera ermita, se han construido otras dos más en el mismo solar, una en 1973 y la que podemos contemplar actualmente, de mayores dimensiones que las anteriores, cuyas obras comenzaron en 1995, culminándose al año siguiente, e inaugurándose por el Sr. Obispo de la Diócesis de Jaén, Don Santiago García Aracil, en 14 de Marzo de 1998.
Por su parte, la imagen de Santa Lucía data de 1904, cuando es adquirida por la Hermandad una talla en madera policromada de escuela granadina de mediano tamaño para sustituir a una pequeña imagen anterior que se encontraba en muy mal estado de conservación, y que fue trasladada a la Iglesia Parroquial de Campillo. Esta imagen antigua se había colocado en 1853 en la hornacina que se había abierto en la roca y había pasado a presidir el altar mayor de la nueva ermita en 1858. La imagen actual ha sido restaurada en 2006 en el taller Legno Restauro de Úbeda. Procesiona sobre un pequeño trono en madera con apliques plateados y cuatro candelabros de metal plateado de tulipas de cristal, que data del año 1961.

Ermita de Santa Lucía de Campillo de Arenas
(foto: archivo propio)

LA ROMERÍA
 
Como se ha dicho, la romería tiene lugar el Domingo de Pentecostés, por lo que cada año varía la fecha de su celebración. Pero los actos festivos comienzan el día anterior, organizados por la Hermandad en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad. El sábado por la mañana hay repique general de campanas y disparo de cohetes. Por la tarde, desfile por las calles de la banda de música, carretas y hermanos romeros, que ponen rumbo al Santuario. Una vez allí, tiene lugar una ofrenda floral en la Ermita, el rezo del Santo Rosario y la lectura del Pregón. Una verbena popular nocturna cierra los actos de este día.El Domingo despunta con una diana floreada por las calles de Campillo y la salida oficial de la Hermandad hacia la Ermita. A mediodía se celebra la Eucaristía. La jornada de convivencia transcurre en este bello paraje con la degustación de los buenos productos de la tierra, hasta que por la tarde llega el momento más esperado, la procesión de Santa Lucía por los alrededores de la Ermita, acompañando a la imagen cientos de personas, no sólo de Campillo, sino de toda la comarca, que se dan cita en Puerta de Arenas este día movidos por esta devoción tan extendida en Sierra Mágina.

IMÁGENES DE LA ROMERÍA 2012



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FOTOGRAFÍAS: JESÚS MOLINA GIMENO


Bibliografía:

- Fernández Hervás, Enrique. La Romería de Santa Lucía y el lugar de La Puerta de Arenas. 2001.
- Rubio Fernández, Juan. Fiestas Populares de la Provincia de Jaén. Jaén, 2003.
- VVAA. Romerías de Jaén. Jaén, 1998.


 

La Romería de la Virgen del Campo en TORRES DE ALBANCHEZ



Nuestra Señora del Campo, patrona de Torres de Albanchez
(foto: archivo propio)

Como un cuarto de mi sangre es torreña, dado que mi abuela Celia nació y vivió en este pueblecito, quería dejar constancia de la celebración de esta humilde romería en ese rinconcito de la Sierra de Segura que ocupa también un rincón de mi corazón: Torres de Albanchez.
Antiguamente se celebraban en la localidad fiestas el 8 de Mayo y el 8 de Septiembre, por lo que eran conocidas como "el ocho de Torres". La Virgen era subida en procesión el 8 de Mayo a su ermita, en la que permanecía hasta el 8 de Septiembre, en que se la volvía a bajar al pueblo. A principios del siglo XX la citada ermita quedó en estado ruinoso (aún quedan algunos restos en un cortijo al que los vecinos llaman "ermita vieja"), por lo que la Virgen pasó definitivamente a la Parroquia de Torres.
En 1957, y siendo párroco Esteban Ramírez Martínez, se iniciaron las obras de construcción de una nueva ermita, eligiéndose como emplazamiento un lugar muy cercano al de la anterior y a una distancia de unos 4 km. del núcleo urbano por la carretera que conduce a Génave. Se trata de un sencillo edificio encalado, con zócalo de piedra, espadaña con campana y un azulejo sobre la puerta que reproduce la imagen de la Virgen. Así, se volvió a recuperar la romería el 8 de Mayo. Pero en 1968 se decidió pasar la fecha al último domingo de Mayo, para de esta forma poder hacer la celebración de "las flores" a la Virgen en la Parroquia.



Ermita de la Virgen del Campo
(foto: archivo propio)

La imagen de la Virgen es de talla completa, adquirida en Barcelona en 1940 y restaurada hace unos años por el escultor granadino Antonio Díaz Fernández. Existía una imagen anterior que fue destruida en la guerra civil.
Los peregrinos, que comienzan bien temprano su andadura, recorren con su Virgen portada sobre andas algunas calles del pueblo para después comenzar el ascenso, entre cantos, bailes y carretas, hacia la ermita. A la llegada se celebra la Eucaristía, tras la cual los romeros disfrutan de un día de convivencia en el que no faltan las "sevillanas a la Virgen del Campo" entre las suaves fragancias de pinos y flores de este bello paraje de la Sierra de Segura.


La Virgen del Campo sobre su trono
(foto: archivo propio)

 

Bibliografía:
 

- VVAA. Romerías de Jaén. Diario Jaén, 1998.