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Por los pueblos de Jaén: SEGURA DE LA SIERRA


Vista de Segura de la Sierra desde el valle del río Hornos
(foto: archivo propio)

Venerable Segura encaramada a un alto cerro. Si tus viejas y oscuras piedras hablaran, ¿cuánto no podrían contar? ...de reyes moros y cruces encarnadas, de nobles guerreros e ilustres literatos, de madera y de agua, de esplendor y penuria, de sencillez y trabajo...  
Cuando el viajero se adentra en la Sierra de Segura por la carretera de La Puerta y contempla por primera vez el paisaje frente a sus ojos, inmediatamente comprende la importancia de Segura como histórico baluarte para toda esta comarca.
Allí arriba, casi tocando el cielo con la punta de sus dedos, la anciana y elegante dama vestida de blanco y tocada de almenas contempla las montañas y los atardeceres desde el mejor balcón de su agreste y frondosa casa, que es esta fascinante Sierra de Segura. Y desde posición tan elevada, ha sido siempre solícita centinela de su valle, atenta con sus hijas que a la sombra de su sólida fortaleza han ido creciendo.
Sin dejar aflorar las particulares pasiones, y con permiso del resto de pueblos de Jaén y de buena parte de Andalucía y España, Segura de la Sierra se encuentra, sin duda alguna, entre los más bellos. Desde luego, esta afirmación es tan subjetiva como las preferencias de nuestras papilas gustativas. No obstante, Segura reúne argumentos de sobra para tal reconocimiento y ello se intentará demostrar en este agradable recorrido que vamos a realizar por la histórica villa.

Vista de Segura de la Sierra desde el Norte
(foto: archivo propio)


SEGURA DE LA SIERRA

Escudo de Segura de la Sierra
Localización: NE de la Provincia de Jaén
Comarca: Sierra de Segura
Población: 1.845 hab. (2016)
Superficie: 225 km²
Densidad: 8,51 hab./km²
Altitud: 1.145 m.
Gentilicio: segureño/ña
Límites: al N. con Orcera; al NE. con Orcera y Benatae; al SE. con Santiago-Pontones; al SO. con Hornos de Segura; al O. con Beas de Segura.
Distancia a la capital: 161 km.
Aldeas más importantes: Arroyo Canales, El Batán, Carrasco, Cortijos Nuevos, El Ojuelo, Rihornos, El Robledo.
Accesos: JV-7033 (Orcera); JV-7032 (desde la A-317 La Puerta de Segura-Vélez Rubio).

Segura de la Sierra, majestuosa sobre un cerro, coronada por su castillo
(foto: archivo propio)

GEOGRAFÍA. ECONOMÍA

Segura de la Sierra se encuentra situada en el nordeste de la Provincia de Jaén, en pleno corazón de la comarca de la Sierra de Segura y formando parte del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, el más extenso de España.
Los 225 km² de su término municipal se reparten en diferentes enclaves, algo habitual en los municipios de la Sierra de Segura. El más alejado se denomina Las Juntas, al oeste. Linda con la comarca del Condado y se ubica junto al embalse del Guadalmena, entre este último curso fluvial y el Guadalimar, en una zona de escasa altitud donde predomina la encina, el matorral y el pastizal. Huecos de Bañares, al este, en la sierra profunda y haciendo frontera con la provincia de Albacete, presenta una elevada altitud media, superándose los 1.700 m. en el Calar de la Sima. Predomina aquí una densa masa forestal de pino negro o salgareño (Pinus nigra subsp. salzmannii). Los Cuartos del Pinar y Loma de la Res se localizan uno junto a otro al sur, rodeados por el término de Santiago-Pontones y en la frontera con la vecina provincia de Granada. También es una zona de elevada altitud (altiplano de los Campos de Hernán Perea) con pinar disperso y matorral. Todos estos enclaves se caracterizan por estar prácticamente despoblados.
El enclave principal del término, donde se encuentra la cabecera municipal y se concentra la población, se extiende a caballo entre dos áreas bien diferenciadas. En el Oeste, el valle del río Hornos -que atraviesa el término de sur a norte- es la zona más baja y poblada, concentrándose aquí la mayoría de los núcleos habitados, con un modelo de ocupación del territorio de tipo claramente diseminado. Destacan las pedanías de Cortijos Nuevos (958 hab.), El Ojuelo (185 hab.), Carrasco (112 hab.) y El Robledo (101 hab.). Cortijos Nuevos no es sólo el núcleo más poblado del municipio -por delante de la propia Segura (243 hab.)- sino que además centraliza los principales servicios del mismo, ejerciendo incluso una influencia sobre el vecino municipio de Hornos de Segura y sus núcleos, en todo caso inferiores en población a Cortijos Nuevos. El paisaje en esta parte está dominado por el cultivo del olivar de montaña, de escaso rendimiento pero excelente calidad en su afrutado zumo. No en vano, los aceites de la Sierra de Segura poseen una de las más antiguas denominaciones de origen en España.

Cortijos Nuevos al fondo, El Ojuelo a la derecha y El Robledo en primer término, desde el Yelmo
(foto: archivo propio)

Desde el fondo del valle del río Hornos se alza majestuosa la sierra.
Vista hacia el Este de Segura de la Sierra y el pico Yelmo (1809 m.).
En primer término, cultivo de olivar.
(foto: archivo propio)

La zona Este es abrupta, con alturas importantes como la del Yelmo (1.809 m.), una de las montañas con más personalidad del macizo Prebético. Entre esta última y el cerro sobre el que se asienta la localidad (1.181 m.) discurre por un profundo valle el río Trujala, afluente del Hornos. Otro río, el Madera -tributario del Segura-, fluye entre calares calizos a más de 1.200 m. de altitud. Se trata de un área forestal donde se enseñorea el pino.
El sector agrario sigue siendo el más importante en la economía del municipio, con predominio del cultivo del olivar, como se ha dicho anteriormente, que representa algo menos del 12% de la superficie del municipio. Hay que añadir la actividad ganadera de la cría de la oveja. La calidad de la carne del cordero de estas sierras le ha valido la protección por parte del Gobierno como IGP (Indicación Geográfica Protegida).
En las últimas décadas el sector terciario ha experimentado un gran crecimiento, destacando la actividad turística y hostelera (hostales, campings, casas rurales, restaurantes...), ya que Segura de la Sierra es un magnífico punto de partida para realizar todo tipo de excursiones por la naturaleza en el Parque Natural.

Segura de la Sierra desde El Yelmo
(foto: archivo propio)

HISTORIA

Segura de la Sierra, capital histórica de la comarca, se vanagloria de su dilatado pasado en el que siempre ha jugado un papel crucial su privilegiado y estratégico enclave.
Las manifestaciones más antiguas que atestiguan el poblamiento del término de Segura de la Sierra corresponden a unas singulares pinturas rupestres de tipología levantina que se localizan en el área más profunda de la sierra, en Huecos de Bañares. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el marco de los abrigos rupestres del arco mediterráneo, son visibles en dos cuevas: la del Collado del Guijarral y la de la Diosa Madre. Entre los motivos representados se cuentan cánidos y arqueros, aunque destacan unos símbolos, los oculados, que entroncan estas pinturas con la Cultura de los Millares, lo que podría datarlas en la Edad del Cobre (III Milenio a.C.).

Uno de los "ídolos oculados" de la Cueva de la Diosa Madre en Segura de la Sierra
(González Navarrete, Juan. Más pinturas rupestres en Jaén. La Cueva de la Diosa Madre. 1971)

En el otro extremo del término municipal, junto al embalse del Guadalmena, se sitúa el asentamiento del Castillón del Moro (Edad del Bronce y Cultura Ibérica).
En el asentamiento de Segura la Vieja, sobre un cerro cercano a la población por la carretera de la sierra, se han encontrado restos de cerámica correspondientes a la época del bajo imperio romano.
Centrándonos en el actual núcleo de Segura de la Sierra, aunque algunos autores fantasearan con su origen mítico en épocas tan remotas como la fenicia o la griega, lo cierto es que no se han encontrado restos anteriores al siglo IX (época islámica) en el subsuelo del caserío. Desde luego el nombre de Segura no es musulmán, y es más que probable que la Segisa que menciona el geógrafo Ptolomeo (s. II d.C.) se correspondiese, no con la actual Segura, sino con la cercana Segura la Vieja.
En cualquier caso, cuando el núcleo de Segura adquiere entidad es con los musulmanes. La Saqura islámica llegó incluso a gozar de breves periodos de independencia como reino taifa en diferentes momentos del siglo XI. Los musulmanes construirán una inexpugnable fortaleza en lo alto del cerro y cercarán el núcleo de muralla, haciendo del mismo un poderoso enclave. El famoso geógrafo árabe Al-Idrisi (s. XII) escribe: "Saqura es un hisn comparable a una madina por la importancia de su población. Se encuentra situado en la zona más elevada de una montaña muy alta y escarpada. Sus construcciones son hermosas".
Los cristianos toman Segura y su valle en los años 30 del siglo XIII. Toda la actual comarca de la Sierra de Segura es entregada por Fernando III a la Orden de Santiago, que hará de Segura de la Sierra cabeza de una encomienda, de crucial importancia en el proceso de reconquista por su cercanía al reino nazarí de Granada. Se le otorga el Fuero de Cuenca y en 1245 la Orden traslada a Segura la encomienda mayor de Castilla, en sustitución de Uclés, por lo que la villa se convertirá en el corazón de los dominios santiaguistas.

Cruz de la Orden de Santiago sobre la puerta norte
de la Iglesia de Nuestra Señora del Collado
(foto: archivo propio)

Perteneció al Obispado de Cartagena y Reino de Murcia, situación que se prolongará hasta el siglo XIX, cuando toda esta comarca pase definitivamente a formar parte de la Provincia de Jaén y su Obispado. Durante la baja Edad Media y buena parte de la Moderna, Segura ejercerá la capitalidad sobre una especie de federación de villas y lugares denominada el Común de Segura y su tierra, que tendrá su expresión más significativa en la elaboración de unas Ordenanzas propias, sancionadas por Felipe II en 1580, modelo de autogestión de los recursos agrarios y forestales. Y es que ya desde el siglo XVI la madera de la Sierra de Segura bajaba por los ríos Guadalquivir y Segura para posteriormente ser empleada en la construcción de edificios y, especialmente, de barcos.
Precisamente la riqueza forestal de los montes de esta zona supuso el establecimiento aquí en 1748 de la Provincia Marítima de Segura de la Sierra, de gran extensión, ocupando territorios de las actuales provincias de Jaén, Albacete y Ciudad Real. En esta ocasión, la gestión de los montes por parte del Ministerio de Marina supuso una sobreexplotación de los recursos, con severas restricciones a la población, favoreciendo intereses particulares en detrimento de los sistemas tradicionales de explotación. Ello se tradujo en la ruina para la comarca, que se intensificó cuando la demanda de madera bajó. Tras la supresión de la Provincia en 1835, la administración perdió interés por estas sierras, olvido secular que ha pervivido prácticamente hasta nuestros días.
La guerra de Independencia será especialmente dañina para Segura de la Sierra y otros pueblos de la zona. En 1810 el pueblo es arrasado y quemado por los franceses, por lo que la población vivirá las consecuencias traumáticas de este hecho durante algún tiempo.
El siglo XIX estará marcado también por la segregación de las últimas aldeas de Segura: Orcera, La Puerta de Segura y Pontones, que se erigen en municipios independientes en 1837.
Como en otros municipios de la sierra, Segura experimentará durante la primera mitad del siglo XX un considerable aumento de la población, invirtiéndose sin embargo la tendencia a partir de los años 50 con una sangría migratoria que todavía hoy, aunque más leve, se sigue produciendo. 

PATRIMONIO ARTÍSTICO

Baños Árabes

Los baños árabes de Segura de la Sierra, junto con los de Jaén, son los dos únicos ejemplos de esta tipología arquitectónica que se conservan en la Provincia. Podrían datarse entre el siglo XI y XII. Fueron restaurados por Luis Berges en 1971, pues anteriormente habían sido utilizados como vivienda. De pequeñas dimensiones, conservan no obstante sus tres salas -al modo romano- y el sistema que calentaba el recinto. Posiblemente se trate de la construcción más antigua de la localidad. 

Una de las salas del Baño Árabe de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Castillo

Aunque los restos más antiguos que se han datado en la fortaleza corresponden al siglo X, cuando Segura estaba bajo el dominio musulmán, el aspecto actual del conjunto se debe a la Orden de Santiago que, una vez que recibe la villa y su fortaleza de manos de Fernando III en 1242 levanta un nuevo edificio sobre los restos anteriores.
El recinto tiene forma trapezoidal y las diversas dependencias se distribuyen en torno al patio de armas en cuya zona central se sitúa el aljibe. Destaca la soberbia torre del homenaje, que posee tres plantas cubiertas con bóvedas de arista; la Iglesia, de estilo mudéjar y dedicada a San Vicente, patrón de la localidad, por ser en su día -22 de Enero- cuando dice la tradición que Segura fue tomada por los cristianos; y el baño árabe, adosado al lienzo Este, que constituye uno de los escasos restos islámicos y demuestra el grado de esplendor que alcanzó Segura en determinados periodos de la dominación musulmana, especialmente entre los siglos XI y XII.
El castillo fue restaurado en los años 60 y sometido a excavaciones arqueológicas en 2000. Actualmente alberga un centro de interpretación sobre la historia medieval de Segura de la Sierra.
Durante el verano, su patio de armas se convierte en un escenario de lujo para los conciertos y otros eventos que tienen lugar en el marco del festival "Las Noches del Castillo".
Para más información sobre este castillo puede consultar en este mismo blog: El Castillo de Segura de la Sierra 

Torre del Homenaje del Castillo de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Recinto amurallado

Conserva esta villa medieval restos de lienzos, torreones y puertas de la muralla que construyeron los musulmanes y reforzó y amplió más tarde la Orden de Santiago tras la conquista a mediados del siglo XIII. El sistema defensivo de Segura de la Sierra es complejo y consta de varios recintos de diferentes épocas, con un grado de conservación aceptable en algunas zonas, mientras en otras ha desaparecido por completo. La muralla es de mampostería y tapial. Habría que considerar la propia barbacana del castillo como el primero de estos recintos, rodeándolo por todos sus flancos salvo por el nordeste, en donde la roca actúa de defensa natural. El recinto cristiano sería el de mayor embergadura, abarcando buena parte de la población, en el que se intercalan diversos torreones y puertas. De estas últimas se han conservado la Puerta Nueva, la de Catena, Orcera y Góntar. La primera, muy remodelada, es la más reciente, posiblemente abierta en el siglo XVI. La de Catena es la que mejor se conserva, aunque también ha sido restaurada. De la de Orcera sólo queda el hueco entre los lienzos de la muralla, mientras que la de Góntar ha desaparecido la puerta en sí, quedando la torre que la reforzaba, muy remodelada en la actualidad para servir de botiquín a la plaza de toros.
La muralla islámica, hoy desaparecida, arrancaría de la actual Puerta Nueva siguiendo el sentido de la calle Regidor Juan de Isla (principal eje de la población) hasta la plaza de la Encomienda, junto a la que se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora del Collado y la Fuente de Carlos V.
Fuera del recinto defensivo caben destacar la torre de Las Eras, de grandes dimensiones y situada en la salida de Segura hacia la sierra, y la torre del Agua, a los pies del castillo en la ladera sur, que como su nombre indica servía de depósito para recoger el agua de lluvia.

Puerta Catena, en el ángulo suroeste de la muralla de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Iglesia de Nuestra Señora del Collado

Construida en el siglo XVI sobre los restos de un templo anterior bajomedieval, la iglesia parroquial de Segura sufrió su episodio más dramático durante la invasión napoleónica. En 1810 los franceses, en su huida, queman y arrasan el templo, que fue posteriormente reconstruido por el arquitecto Sebastián de Azcuaga entre 1814 y 1817. Consta de una única nave cubierta con bóveda de cañón muy rebajada. La cabecera es de testero plano y poligonal en los pies del templo. Cuatro capillas se adosan a los laterales, dos a cada lado, siendo más grandes las que se sitúan junto al presbiterio. En el exterior se aprecia la obra de mampostería con sillares en las esquinas. Recios contrafuertes refuerzan la estructura. Destacan la torre campanario rematada por chapitel piramidal y las dos portadas, renacentista la de los pies y neoclásica la del lado del Evangelio, que se cobija bajo un gran pórtico abovedado en medio cañón.

Iglesia de Nuestra Señora del Collado desde el Castillo
(foto: archivo propio)

Interior del templo de Ntra. Sra. del Collado, de una única nave
(foto: archivo propio)

Iglesia de los Jesuitas

Adosada al muro Oeste de la anterior se encuentra esta recoleta iglesia levanta por la Orden Jesuita en el último cuarto del siglo XVI y que estuvo en uso hasta la expulsión de España de aquélla en 1767. Posee planta de cruz latina, cuyo crucero se cubría con cúpula sobre pechinas. Su bella portada clásica se abre en medio punto enmarcado por columnas toscanas que sostienen un frontón triangular. Remata el conjunto un ventanal adintelado. Tras el estado ruinoso en el que se encontraba, fue rehabilitada y cedida al Ayuntamiento como salón de actos y exposiciones.

Fachada principal de la Iglesia de los Jesuítas
(foto: archivo propio)

Fuente Imperial de Carlos V

En las inmediaciones de la Iglesia parroquial se levanta esta soberbia fuente monumental renacentista con reminiscencias góticas. Construida en los primeros años del siglo XVI, consta de un gran frontis dividido en dos cuerpos y tres calles, coronado por una crestería, y un pilar de grandes dimensiones a sus pies. Elementos como los arquillos conopiales que enmarcan los caños, las gárgolas y la crestería nos hablan de un lenguaje decorativo que podemos encuadrar en la etapa final del gótico, denominada flamígera o isabelina. Destaca el escudo imperial en el centro.   

Fuente Imperial de Carlos V
(foto: archivo propio)

Ayuntamiento

El edificio del actual Ayuntamiento de la localidad fue en realidad el Colegio de la Orden de los Jesuitas que éstos fundaron en Segura en el siglo XVI. Conserva en el interior la doble arcada del zaguán, aunque el elemento más significativo es la fachada principal en piedra con una airosa portada renacentista. Se compone de un primer cuerpo con puerta adintelada enmarcada por columnas toscanas sobre plintos que sostienen el entablamento y la balconada del segundo cuerpo donde se abre otro vano adintelado rematado por frontón triangular y flanqueado por sendos escudos.

Fachada del Ayuntamiento junto a la Puerta Nueva
(foto: archivo propio)

Casa natal de Jorge Manrique

Entre la arquitectura civil doméstica se encuentra esta casa del siglo XVI de la que sólo se conserva la fachada. Perteneció a los Figueroa, familia materna del gran poeta de la Edad Media Jorge Manrique, que supuestamente nació en Segura de la Sierra. La puerta, en piedra, se abre con arco de medio punto con dovelas labradas enmarcado por pilastras sobre las que asientan sendas columnitas jónicas que sostienen una cornisa. Remata la puerta el escudo de los Figueroa sobrepuesto a una gran Cruz de Santiago, en referencia a la Orden de caballería a la que perteneció tanto el poeta como su padre, el Gran Maestre Rodrigo Manrique, inmortalizado en sus famosas "Coplas".

Portada de la Casa natal de Jorge Manrique
(foto: archivo propio)

Calle de la Iglesia, Arco de Cavalcavia y Calle de los Caballeros Santiaguistas

El recorrido entre la Iglesia de los Jesuitas y el Baño Moro se realiza a través de las mencionadas calles, donde podremos admirar algunos ejemplos de arquitectura doméstica que se remontan nada menos que a fines de la Edad Media. Enfrente de la plazuela de la Iglesia de los Jesuitas se levanta una de estas casas con arco apuntado en ladrillo y alfiz, tipo mudéjar, similar a otras que encontraremos en la calle de los Caballeros Santiaguistas. Ésta se abre a la izquierda y baja hasta el Baño Moro y la Puerta Catena. Preside la calle el arco de Cavalcavia, término italiano (posiblemente derivado de su utlización por el artista de esta nacionalidad -Juan Bautista Perolli- al que se atribuyen iglesia y colegio jesuita) que significa "paso superior". Construido en sillería de piedra con escudos de la Orden, comunica dos casas que formaban parte del colegio de novicios y residencia de sacerdotes.

Arco de Cavalcavia
(foto: archivo propio)

Patrimonio Mueble

La Iglesia de Nuestra Señora del Collado concentra las principales manifestaciones artísticas relacionadas con la pintura y la escultura.
Entre las primeras se encuentran obras anónimas con temáticas como la Asunción de la Virgen, Ánimas del Purgatorio, Santiago el Mayor y la Inmaculada Concepción.
De especial interés son las obras escultóricas, entre las que se encuentran algunos ejemplos barrocos de los siglos XVII y XVIII como un Cristo Yacente, una Dolorosa, y un San Francisco de Asís y un San Antonio de Padua procedentes del desaparecido convento franciscano de Nuestra Señora de la Peña, a las afueras de Orcera. De este monasterio procede también la joya de la estatuaria segureña: la talla gótica de Nuestra Señora de la Peña, probablemente del siglo XIV, siendo una de las más antiguas que se conservan en la Provincia de Jaén. Se trata de la representación de una Virgen sonriente con el Niño en brazos. De cuidada ejecución, está hecha en alabastro y conserva aún restos de policromía.

Talla gótica de Nuestra Señora de la Peña
(foto: archivo propio)


PERSONAJES ILUSTRES

La histórica villa ha dado al mundo personajes ilustres de relevancia, de los cuales destaca por su fama el poeta medieval Jorge Manrique, autor de las célebres "Coplas a la muerte de su padre". Si bien Segura de la Sierra mantiene aún una disputa con la localidad palentina de Paredes de Navas acerca del lugar de nacimiento del genial literato prerrenacentista, las razones que arguye la primera son más que contundentes, pues Doña Mencía de Figueroa, madre del poeta y esposa de Rodrigo Manrique -comendador de Segura-, oriunda de Beas, tenía su residencia en Segura. Jorge Manrique nace en torno al año 1440 y a su padre no le será concedido el título de Conde de Paredes de Navas hasta doce años después, en 1452. Por otro lado, resultaría temerario que su mujer hiciera un viaje tan largo desde Segura, sola y embarazada, habida cuenta de la enemistad de su marido con el monarca Juan II y su valido Don Álvaro de Luna.
Don Martín Pérez de Ayala fue otro hijo ilustre de Segura. Obispo de Segovia y Guadix y Arzobispo de Valencia, fue un humanista versado en Teología y Gramática. Escribió varias obras y estuvo presente en algunas sesiones del Concilio de Trento (1545-1563), donde alcanzó gran notoriedad.
Merece destacarse también a Don Alonso Messía de Leyva, escritor y amigo íntimo de Don Francisco de Quevedo, para el que retocará alguna de sus obras con la intención de que pasaran la censura de la época. Precisamente el gran genio de las letras del Barroco pasó algunas temporadas en Segura de la Sierra, en casa de su amigo, donde compuso poemas dedicados a la agreste sierra (para más información sobre la relación de Quevedo con la Sierra de Segura puede consultar en este mismo blog: Francisco de Quevedo y la Sierra de Segura).

Estatua de Jorge Manrique en el mirador junto a la Puerta Nueva. Al fondo, el Yelmo
(foto: archivo propio)

Monumento al Obispo Don Martín Pérez de Ayala, natural de Segura,
en los jardines de la calle Corregidor Juan de Isla.
(foto: archivo propio)


FIESTAS, COSTUMBRES, GASTRONOMÍA

Segura de la Sierra celebra sus fiestas patronales en honor de la Virgen del Rosario en torno al 7 de Octubre. Destaca la procesión de la patrona a hombros de las mujeres segureñas, las animadas verbenas y las novilladas que se celebran en la peculiar plaza de toros rectangular de la villa, a los pies del castillo, y que cuentan con la presencia de cientos de aficionados cada año.
El patrón de Segura es San Vicente, por ser un 22 de enero del año 1214, según reza la tradición, el día en que la villa es conquistada por los cristianos. Tras la procesión del santo por las calles, se encienden luminarias y los vecinos cantan, bailan, comen y beben. Esta costumbre de encender lumbres se extiende a otras jornadas del calendario festivo de invierno como el día de la Inmaculada -8 de diciembre-, Nochebuena -24 de diciembre- y San Antón -víspera del 17 de enero-.
El Viernes Santo por la mañana tiene lugar en la parroquia y por las calles y aledaños de la localidad un bonito y sentido acto que rememora la Pasión y Muerte de Cristo. Se trata de la Pasión Viviente que se celebra en Segura de la Sierra desde el año 1982 y que cada año cuenta con más afluencia de público debido al buen hacer de los actores y actrices y a la belleza escénica que supone cada rincón del pueblo donde se desarrolla (Para más información sobre este evento puede consultar en este mismo blog: La Pasión Viviente en Segura de la Sierra)

Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

San Vicente Mártir, Patrón de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Pasión Viviente, que se celebra el Viernes Santo por la mañana
(foto: archivo propio)
 
Las fiestas de la aldea de El Ojuelo se celebran el primer fin de semana de agosto y sus verbenas nocturnas tienen fama de ser las más concurridas de toda la Sierra de Segura.
En Carrasco las fiestas tienen lugar a finales de junio en honor a San Juan Bautista y en El Robledo se celebra a San Miguel a finales de agosto.
En torno al 12 de octubre, onomástica de la Virgen del Pilar, tienen lugar las fiestas patronales de Cortijos Nuevos. Otra celebración destacada en la aldea es la romería en honor de San Isidro el 15 de mayo, con procesión desde la parroquia hasta el paraje de La Lomilla.
En el panorama cultural destaca la celebración desde hace tres años del Festival de Música en Segura, en el mes de mayo, utilizando diferentes rincones de la villa y su término municipal como escenario para diferentes conciertos de diferentes estilos musicales.
Desde el año 2000 se viene celebrando en el municipio el Festival Internacional del Aire "El Yelmo", que lleva el nombre de esta emblemática montaña de la Sierra de Segura en cuya cumbre se sitúa una estación de vuelo libre. En fechas móviles, unas veces en el mes de junio, otras en julio, el municipio se prepara para recibir a miles de visitantes en el que se ha convertido en uno de los festivales más importantes a nivel europeo en su género.


Cartel del I Festival del Aire, que en su primera edición fue cinematográfico

SEGURA DE LA SIERRA EN DETALLE

Vista nocturna del Castillo de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Ábside de la Iglesia mudéjar de San Vicente en el Castillo de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Castillo de Segura y Torre de las Eras a la izquierda
(foto: archivo propio)

Calle típica de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Vista de Segura de la Sierra encaramada sobre un cerro
(foto: archivo propio)

Portada de la Casa de Don Alonso Messía de Leyva o el Mesón
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- De la Cruz Aguilar, Emilio. Ordenanzas del Común de la villa de Segura y su tierra de 1580. I.E.G. 1980.
- Salvatierra Cuenca, Vicente. Segura de la Sierra. Historia y monumentos de una villa medieval. Segura de la Sierra, 1999.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.

Enlaces de interés:

Ayuntamiento de Segura de la Sierra
Festival Internacional del Aire "El Yelmo"
Festival de Música en Segura
Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas






Montañas de Jaén. EL YELMO



El Yelmo desde el Castillo de Segura de la Sierra
(foto: archivo propio)

Coordenadas: 38º15'16'' N / 2º39'29'' O
Localización: NE de la Provincia de Jaén.
Comarca: Sierra de Segura.
Municipio: Segura de la Sierra.
Cordillera: Subbética
Sierra: Sierra de Segura.
Altitud: 1.809 m.
Acceso: en coche hasta la cumbre por pista forestal. Desde la JF-7016 (interior de la Sierra) o desde la A-317 Cortijos Nuevos-El Robledo.
Distancia al núcleo más cercano: 10,5 km. a El Robledo.


Vista desde el valle de Segura del Yelmo, a la derecha,
y la villa de Segura de la Sierra, a la izquierda.
(foto: archivo propio)

El Yelmo desde Torres de Albanchez. Segura de la Sierra aparece a la izquierda.
(foto: archivo propio)

Hablar sobre el Yelmo es evocar una de las montañas más emblemáticas no sólo de la Sierra de Segura o de la Provincia de Jaén, sino también en todo el tercio Sur de la Península Ibérica. No es su discreta altura (1.809 m. sobre el nivel del mar) el motivo de este reconocimiento, pues son muchos los picos que la superan en las Cordilleras Béticas. Su posición relativamente aislada en el norte menos montañoso del macizo de Cazorla y Segura, lo que hace destacar su enorme mole, y especialmente el elegante perfil que muestra visible desde el valle de Segura han contribuido a su merecida fama. ¿Cuántas montañas en este país pueden presumir de haber sido inmortalizadas por los versos de Francisco de Quevedo?


Hornos de Segura con el Yelmo al fondo
(foto: archivo propio)

¿CÓMO LLEGAR?

Es posible acceder hasta la misma cumbre del Yelmo en automóvil gracias a que la pista forestal que conduce a la misma se ha arreglado recientemente. No obstante, si se accede en turismo, es recomendable hacerlo en primavera, verano o comienzos del otoño para evitar heladas y nieve.
Existen dos modos de acceder. Por la A-317, abandonando ésta en Cortijos Nuevos y tomando una pequeña carretera que nos conduce a El Ojuelo y, seguidamente, a El Robledo, de donde sale la referida pista forestal. Desde El Robledo a la cumbre hay 10,5 km. de distancia.
Desde el interior de la sierra se puede llegar desde la JF-7016 tomando una pista forestal que enlaza con la anterior que sube desde El Robledo.
Tengan cuidado con el último tramo antes de llegar a la cumbre, es estrecho y sinuoso.

EL YELMO

El vértice geodésico de primer orden del Yelmo está registrado con el número 88.754 en el Instituto Geográfico Nacional. Es una montaña perteneciente a los Sistemas Béticos y dentro de éstos, a la Cordillera Subbética y a la Sierra de Segura.
Geológicamente, su cumbre constituye un impresionante pliegue sinclinal compuesto por areniscas del Albiense con el afloramiento de formaciones calizas y dolomíticas del Cretácico Superior.
Sus empinadas laderas están cubiertas de densa vegetación, que va desapareciendo conforme aumenta la altitud. Precisamente la roca madre desnuda en la cumbre, piedra caliza blanquecina, parece ser el origen de su nombre pues, visto desde algunos puntos, entre ellos la propia villa de Segura de la Sierra, asemeja a un casco o yelmo. Otros han querido ver un rostro mirando hacia arriba. No obstante, el nombre de este gigante de piedra que rasca el cielo con su nariz es probable que proceda de "yermo" (carente de vegetación), pues así aparece referido en documentos antiguos. En las Relaciones Topográficas mandadas hacer por el rey Felipe II en 1575 se dice: "...ay a media legua de la villa (Segura de la Sierra) a la parte del mediodía un çerro muy alto que se llama Yelmo o Yermo que anbos nonbres le bienen muy bien, porques yermo y despoblado (...) Ay casi mil varas en alto que pareçe que tiene a Sigura debajo. Este çerro es montuoso, no se puede andar a caballo, en lo alto del ay una fuente de muy buen agua, ay en lo alto un edefiçio de torre o casa (...) Es cosa lo deste Yelmo notable". Comprobamos que ya en el siglo XVI causaba admiración esta emblemática montaña.
La vegetación de sus laderas es, como se ha dicho, abundante destacando el pino además de la encina, coscoja, quejigo, majuelo y cornicabra. Conforme se asciende aparece la vegetación de alta montaña, como piornos y lastonares.

Pequeño arbusto espinoso denominado "piorno" o "cojín de monja" en la cumbre del Yelmo.
(foto: archivo propio)

El Yelmo posee en su cumbre importantes repetidores de radio, televisión y telefonía móvil; una caseta para refugio de alta montaña que en verano es utilizada para vigilancia de incendios por el plan Infoca; una estación meteorológica; y un monolito del Instituto Geográfico Nacional que indica el vértice geodésico de primer orden.
Por otra parte, se ha convertido desde hace ya algunos años en una de las estaciones de vuelo libre más importantes de España por las caractrerísticas que presenta su cumbre. Los amantes del parapente y el paramotor tienen aquí un importante referente, viéndose incrementada aún más la actividad desde que en Segura de la Sierra se celebra el Festival Internacional del Aire, que nació en 1999 y lleva el nombre del Yelmo, uno de los más importantes a nivel mundial en esta categoría.
La actividad deportiva no queda ahí, pues esta montaña nos ofrece paisajes, naturaleza y duros retos para los que gustan de practicar el senderismo o el cicloturismo.

Vista desde el Yelmo hacia el Norte. Segura de la Sierra y Orcera en primer término.
A la izquierda La Puerta de Segura. Al fondo, Torres de Albanchez.
(foto: archivo propio)

Vista desde el Yelmo hacia el Oeste.
En primer término El Robledo, a la derecha El Ojuelo, al fondo a la izquierda Cortijos Nuevos.
(foto: archivo propio)


Vista desde el Yelmo hacia el Sur. En el centro de la fotografía la villa de Hornos de Segura
y el pantano del Tranco. Detrás la Sierra de las Villas. Al fondo a la izquierda la Sierra de Cazorla.
(foto: archivo propio)

Vista desde el Yelmo hacia el Este: la Sierra de Segura profunda
(foto: archivo propio)

Cumbre del Yelmo coronado de antenas
(foto: archivo propio)

Parapentista sobrevolando los cielos de Segura
(foto: archivo propio)

EL YELMO EN LA LITERATURA

Pocas montañas pueden presumir de haber sido inmortalizadas por literatos de la talla de Francisco de Quevedo y Villegas. La relación del poeta y escritor barroco con la Sierra de Segura viene de la mano de algunas amistades que tenía en Segura de la Sierra o Beas de Segura (ver artículo en este mismo blog Francisco de Quevedo y la Sierra de Segura), entre ellas el noble y escritor Don Alonso Messía de Leyva o el también noble Sancho de Sandoval.
Durante sus estancias en casa de Messía, Quevedo compondrá algunos poemas inspirados en la agreste naturaleza de esta Sierra de Segura, que sorprende y sobrecoge al autor.
Al Yelmo dedicará una silva que reproducimos a continuación.


El Yelmo de Segura de la Sierra (Monte muy alto al Austro)

O sea que olvidado,
o incrédulo del caso sucedido,
o mal escarmentado,
¡Oh peñasco atrevido!,
llevas a las estrellas frente osada
de ceños y carámbanos armada;

debajo de tí truena,
que respeta tus cumbres el verano,
y allá en tus faldas suena
lluvioso y tierno caño;
y donde eres al cielo cama dura,
das a Guadalquivir cuna en Segura.

Por de más alto vuelo
te codiciara el águila gloriosa,
pues arrimado al cielo,
lo que no pudo él, osa;
sobre Olimpo nos muestras por momentos
las determinaciones de los vientos.

Escondes a la vista
el Yelmo con que Júpiter Tronante,
armado en la conquista,
si no te vio triunfante,
te vio valiente y animoso, y vemos
que hoy le arriman escalas tus extremos.

Coronado de pinos,
el cerco blanco de la luna enramas,
y en los astros divinos,
que son etéreas llamas,
te enciendes por turbar antiguas paces,
y al cielo vecindad medrosa haces.

Son parto de tus peñas
Mundo y Guadalquivir, famosos ríos,
y luego los despeñas
por altos montes fríos,
de tan soberbios y ásperos lugares,
que parece que llueves los que pares.

Baja recién nacido
Guadalquivir, y llega tan cansado,
que le ve encanecido
en su niñez el prado,
con la espuma que hace y con la nieve,
por duros cerros resbalando leve.

Ceñido en breve orilla,
llega a tomar el cetro de los ríos,
y en cercando a Sevilla,
le coronan navíos;
por ser tan noble su primera fuente,
que es de los cielos alto descendiente.

Con pasos perezosos,
al mar camina, como va a la muerte,
y en senos procelosos
por tributo se vierte;
donde yace del golfo repetado
por lo que en él Belisa se ha mirado.

O sea que olvidado
(Las tres últimas Musas castellanas:
segunda cumbre del Parnaso Español, 1626)


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