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Jaén de Película. "LA BECERRADA", película rodada en SABIOTE


"LA BECERRADA"

CARTEL DE "LA BECERRADA"
Año: 1963
Duración: 96 min.
Director: José María Forqué
Guión: Jaime de Armiñán, José María Forqué, Ricardo Muñoz Suay.
Género: comedia / toros.
Protagonistas: Fernando Fernán Gómez, Amparo Soler Leal, Nuria Torray, María José Alfonso. Con la colaboración de los diestros Antonio Ordóñez, Antonio Bienvenida, Juan García "Mondeño".
Escenarios jiennenses: Sabiote.



   
SINOPSIS

San Ginés de la Sierra, un pueblecito perdido en el interior de Andalucía, posiblemente en tierras de Jaén, sufre una pertinaz sequía que pone en peligro las cosechas y la economía de las familias de campesinos. En el pueblo hay un convento de monjas, las cuales regentan, además, un asilo llamado "El hogar del vencido", donde reside un grupo de entrañables ancianos. Debido a la alarmante escasez de limosnas, tampoco el centro marcha bien. Para resolver los apuros económicos del asilo, a las hermanas se les ocurre organizar una corrida de toros o becerrada benéfica, y el alcalde les cede la plaza de toros del pueblo. Sólo les faltan los toros y los toreros.
Para conseguir lo que necesitan, tres monjas, Sor María (Amparo Soler Leal), Sor Leocadia (Nuria Torray) y Sor Matilde (María José Alfonso), emprenden un viaje que las lleva en primer lugar a Málaga para entrevistarse con Francisco Rodríguez "Juncal" (Fernando Fernán Gómez), un experto en el mundo taurino que accederá a ayudarlas en su empresa. En la plaza de toros de Málaga y, más tarde, en la de El Puerto de Santa María (Cádiz), lograrán convencer a tres importantes diestros del panorama taurino nacional para que participen en su becerrada benéfica.
El pueblo está eufórico con la noticia y se prepara y engalana para tamaño acontecimiento. Pero San Ginés de la Jara -patrón y protector del pueblo-, al que las monjas llevan tiempo rezando para que traiga la tan ansiada lluvia que mitigue la maltrecha economía de los campesinos, tiene otros planes para el día de la becerrada...

LA PELÍCULA Y SABIOTE

En la primera escena de la película se ve un motocarro circulando por la carretera que conduce a San Ginés de la Sierra (Sabiote). El vehículo entra al pueblo por la Ronda de Miradores, apreciándose en la imagen la Puerta de los Santos de la muralla. Aquí recoge al cartero, al que transporta por diversas calles -entre ellas el céntrico Paseo de Gallego Díaz- hasta el convento de monjas. El cartero porta una carta del Obispado en la que el obispo se excusa con la comunidad de hermanas por no poder ayudarlas económicamente. Hace las veces de iglesia del convento -aunque no lo sea en realidad- la ermita de San Ginés de la Jara (del siglo XVIII), patrón de Sabiote y patrón también de este pueblo en la ficción que es San Ginés de la Sierra. Dado que la ermita  real no tiene edificio anexo alguno, algunas escenas que se desarrollan en el interior del convento de monjas se rodaron, como veremos más adelante, en el interior del antiguo Convento de Carmelitas Descalzas, hoy propiedad del Ayuntamiento, que alberga algunas dependencias municipales como la biblioteca. 

  
La siguiente escena está rodada en el interior de la ermita de San Ginés (en la película la iglesia del convento, recordemos). Las monjas rezan al santo para que guíe con buen paso a las hermanas elegidas para emprender el viaje en el que localicen y contraten a los diestros y adquieran los astados para la becerrada benéfica que quieren organizar. Las hermanas se desplazan hasta la entrada del pueblo (de nuevo junto a la Puerta de los Santos) donde tomarán un autobús que las llevará a Málaga. En el momento en que se ve partir el autobús, podemos observar como telón de fondo de la escena un paisaje muy diferente al de la actualidad (dominado por el olivar). A principios de los años 60, buena parte de la comarca de La Loma era cerealista, mostrándose en la película los campos amarillentos a comienzos de la estación estival.



El Ayuntamiento cede desinteresadamente la plaza de toros de la localidad a las monjas para su becerrada, no sin antes advertirles del pésimo estado en que se encuentra. El consistorio no puede hacerse cargo de su adecuación por la penuria económica, así que serán las monjas junto con sus ancianos los encargados de darle un buen lavado de cara. La plaza de toros que aparece en la película es la propia de Sabiote, una construcción de 1919 que, efectivamente, a principios de los años 60 se encontraba en mal estado de conservación. Recientemente, en el año 2009, se llevaron a cabo unas obras de remodelación integral de la misma.


En la siguiente escena que comentamos se ve a la comunidad de monjas, los ancianitos y gentes del pueblo participando en la procesión de una imagen en pequeño formato de San Ginés de la Jara por el entorno de la ermita (la iglesia del convento en la película). De nuevo los exteriores e interior de la ermita de San Ginés cobran protagonismo en el film, apreciándose con detalle la portada principal, la espaciosa nave del templo y la imagen del auténtico patrón San Ginés en la hornacina del retablo mayor.


Posiblemente sea la siguiente escena la más alocada y cómica de la película. "Juncal" sale por la mañana a comprobar los preparativos que están llevando a cabo los vecinos del pueblo ante la llegada de los toreros, lo que incluye ensayo de la banda de música y la construcción de un arco de bienvenida en la calle principal. Un pequeño percance desencadena una serie de desastres que acaban con la mismísima explosión del coche del señorito o cacique local de San Ginés de la Sierra.
La escena se desarrolla en el céntrico Paseo de Gallego Díaz, corazón de Sabiote, al fondo del cual se encuentra el edificio del Ayuntamiento y en el que también se ubican la Iglesia de Santa María de la Estrella, el antiguo Convento de Carmelitas Descalzas y tres torreones de la muralla medieval, referentes monumentales de Sabiote que se aprecian con cierto detalle como telón de fondo de la escena. Por cierto que, al comienzo de la misma, la banda ensaya en un quiosco de la música anexo al muro de la referida iglesia, el cual hoy ya no existe, y que fue sustituido por otro situado en la Plaza de la Santa Cruz. Por otra parte, el edificio del antiguo Convento de Carmelitas hace las veces de caserón del señorito del pueblo. Por último, fíjense en los "gigantes" y "cabezudos" de Sabiote, que también aparecen en la escena.


Y finalmente llueve, y no podía ser otro día que el de la becerrada. Así de caprichoso es el clima. En esta escena, una hermana que dormita en el claustro del convento se despierta con el sonido del agua al caer y avisa a toda la comunidad. La becerrada habrá de ser suspendida para desencanto de las monjas y del pueblo en general, pero los generosos diestros, que llegan a San Ginés en medio de la tormenta, tienen guardado un as en el capote...
Los primeros fotogramas de esta escena, con la que cerramos este artículo, se desarrollan realmente en el claustro del antiguo Convento de Carmelitas Descalzas de Sabiote.
 

La mayoría de los extras de la película fueron las propias gentes de Sabiote. Quizás reconozcan a sus padres, a sus abuelos, o a sí mismos incluso. En cualquier caso, espero les haya gustado este pequeño viaje a un Sabiote de ficción allá por los años 60.




Castillos y Atalayas de Jaén. La Muralla Medieval de SABIOTE


Puerta de los Santos o "del Chiringote"
(foto: archivo propio)

UN POCO DE HISTORIA

Aunque se han encontrado restos de otras culturas anteriores, el origen y configuración del actual núcleo de Sabiote hay que buscarlo en la época musulmana, cuando avanzado el siglo VIII se establece un pequeño asentamiento sobre un cerro a 840 m. de altitud en el entorno de la Loma de Úbeda, muy cerca de esta otra importante población. Un lugar estratégico, sin duda, protegido por el natural escarpe del terreno hacia el Norte, que cae hacia el valle del Guadalimar, y con un control directo de los caminos que provienen de Sierra Morena y el Levante.
Los musulmanes construyeron aquí una discreta fortificación (hins), complementada con una cerca de tapial de tierra que defendería no sólo el asentamiento en sí, sino a los moradores de las alquerías (comunidades de aldea) situadas en los alrededores. Este primigenio núcleo, que aproximadamente comprendería un espacio entre el castillo, la Calle Albaicín y el Callejón Martínez, se fortificó durante la fitna (guerra civil) de finales del siglo IX.
Tras la pacificación de Al-Andalus y el triunfo del proceso de islamización emprendido por los Omeyas, Sabiote pasa a depender administrativamente de Úbeda, integrándose en su distrito (Iqlim). El núcleo, denominado en las fuentes hins Sabiyut, experimentará un crecimiento favorecido por la huida de la población musulmana de los territorios que conquistaban los cristianos en su avance hacia el Sur entre la segunda mitad del siglo XII y primer tercio del XIII. De este modo, el recinto amurallado se vio ampliado englobando un espacio comprendido entre las Calles Albaicín, Juan Salido y Minas.
La conquista cristiana se produjo entre 1227 y 1229 por las tropas de Fernando III "el Santo". En 1257, Alfonso X entrega Sabiote a la Orden de Calatrava. La huida de la población musulmana, en este caso de la propia Sabiote, provocó el despoblamiento del lugar, que volverá a contar con población civil estable ya en la centuria siguiente. Durante el siglo XIV se reconstruye y amplía el recinto amurallado en dirección Oeste y se reordena el urbanismo en su interior, con la apertura de nuevas calles y espacios públicos. La Orden de Calatrava también levanta una nueva fortaleza en el ángulo Nordeste reaprovechando la estructura defensiva islámica, que en el siglo XVI sería transformada en un palacio renacentista por orden del nuevo y flamante Señor de Sabiote, Don Francisco de los Cobos y Molina -secretario del emperador Carlos V-, que en 1537 compra la villa a la Orden de Calatrava.

Castillo-Palacio de Sabiote. Fachada principal
(foto: archivo propio)

En el siglo XIV se produce, por tanto, la última y definitiva ampliación de la muralla, cuyo perímetro queda configurado tal y como se puede apreciar en la actualidad.
A partir de la conquista de Granada en 1492, este tipo de recintos defensivos dejarán de tener uso. Durante la Edad Moderna y Contemporánea la muralla de Sabiote sufrirá la anexión de construcciones parasitarias -viviendas- que acabarán por hacer desaparecer algunos tramos. Por otra parte, las nuevas necesidades del tráfico rodado a partir de mediados del siglo XIX propiciarán el derribo de algunas puertas, como la de la Villa. En 1846 se abre la Puerta Nueva y recientemente, en 1980, la Puerta de San Miguel.
En una fecha temprana, 1949, fue incoado expediente para la declaración de la muralla urbana de Sabiote como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, declaración que se produjo en Junio del año 1985.

LA MURALLA


Plano de la muralla de Sabiote

La muralla de Sabiote tuvo una longitud aproximada de 1 km. y 200 m. (1.200 m.), seis puertas en origen (más otras dos abiertas con posterioridad) y quedan hoy restos de nueve torreones, aunque se sospecha que pudo llegar a tener quince. Se trata de una obra cristiana del siglo XIV, aunque su origen es musulmán, y está realizada fundamentalmente en mampostería, alternándose en zonas puntuales con el sillarejo.

LIENZO NORTE

Partiendo del Castillo en dirección Oeste podemos contemplar el lienzo Norte de la muralla, que se conserva en gran parte. Tiene una longitud de unos 220 m. y discurría entre la desaparecida Puerta de la Canal -anexa al muro Oeste del castillo- y la Puerta de los Santos o del Chiringote. La Puerta de la Canal, con un acceso en acodo desde el exterior, parece que tomó su nombre de la fuente o pilar extramuros situada un poco más abajo, de origen árabe. Desde el paseo de la Ronda de Miradores la parte externa de la muralla es perfectamente visible, apreciándose aquí el aprovechamiento del escarpe natural del terreno para redoblar la defensa. Ya es posible recorrer la parte interna de este lienzo, pues el Ayuntamiento de Sabiote acometió unas obras entre los años 2013 y 2014 que supusieron la supresión de parte de los patios traseros de varias viviendas de las calles Albaicín y Enmedio que lindaban con la muralla. Se ha abierto una nueva calle y recuperado el paso entre el castillo y la Puerta de los Santos.

La muralla Norte desde el Castillo de Sabiote. A la derecha Ronda de Miradores.
Al fondo, la Puerta de los Santos y la torre barbacana.
(foto: archivo propio)

PUERTA DE LOS SANTOS O DEL CHIRINGOTE

El conjunto está formado por la puerta con arco apuntado y una torre barbacana cuadrangular. El carácter defensivo de la torre se aprecia en su aspecto macizo, con sólo dos vanos abiertos en sus muros (los accesos desde el adarve), además de aspilleras en su parte superior. Puerta y torre presentan un característico almenado piramidal. Se restauró en el año 1960 pues amenazaba ruina.
Sobre cada una de las puertas de la muralla de Sabiote, en su lado interno, se halla una pequeña hornacina con una imagen religiosa. En este caso es la Virgen de los Desamparados quien protege el acceso. Extramuros, bajo la torre, existe también otra fuente y pilar para abrevadero del ganado, llamado del Chiringote.
Desde aquí se divisa un amplio y magnífico paisaje de olivares sobre el valle del Guadalimar, la comarca del Condado y Sierra Morena al fondo.
Desde la Puerta de los Santos, la muralla toma dirección Suroeste.

Puerta de los Santos o del Chiringote intramuros
(foto: archivo propio)

Torre barbacana desde la Ronda de Miradores. En primer término, fuente del Chiringote.
Al fondo, el Castillo.
(foto: archivo propio)

PUERTA  O ARCO NUEVO

Situada al Oeste del recinto amurallado, fue denominada así por ser la última puerta abierta en la muralla en el año 1846. Se abre en arco de medio punto, conformando en su intradós una bóveda de cañón. Existe aquí un torreón circular macizo, original, que fue horadado en un lateral para abrir esta puerta. Da acceso a la actual calle de Blas Poyatos. La imagen de la Inmaculada Concepción preside la pequeña hornacina sobre la puerta.

Lado interno del Arco Nuevo
(Foto: archivo propio)
 
Lado externo del Arco nuevo. Torreón circular
(foto: archivo propio)

MURALLA OCULTA Y POSTIGO DE SAN BARTOLOMÉ

Desde el Arco Nuevo, la muralla toma dirección Sur y discurre paralela a la actual Calle del Canónigo Utrera hasta la esquina con el Paseo de Gallego Díaz, pero con la particularidad de que permanece oculta en la trasera de las viviendas (números pares) de esta calle.
Esta circunstancia se aprecia perfectamente en el trozo de muralla que asoma, embutido entre dos viviendas, en el lugar donde se levantaba el Postigo de San Bartolomé, hoy desparecido, que daba acceso a la actual Calle del Doctor Gutiérrez Lozano. Se llamaba así por encontrarse junto a él la ermita de San Bartolomé, aunque también era conocida como Puerta de Baeza. Existe aún la hornacina que protegía esta puerta, con la imagen de la Virgen de los Dolores.
Desde este punto y hasta el Paseo de Gallego Díaz los restos de la muralla vuelven a ser visibles en la parte trasera de las viviendas que dan a la actual Calle de la Reina.

Muralla oculta entre dos viviendas donde se encontraba el Postigo de San Bartolomé
(foto: archivo propio)


TORREONES DEL PASEO DE GALLEGO DÍAZ Y PUERTA DE LA VILLA

El Paseo de Gallego Díaz es el centro neurálgico de la población. Se trata de un espacio peatonal, en uno de cuyos extremos se levantan la Iglesia de Santa María y el Convento de Carmelitas Descalzas y en el otro el edificio del Ayuntamiento.
Siguiendo nuestra ruta por la muralla, accedemos al paseo desde la Calle del Canónigo Utrera por el extremo donde se levanta la Iglesia. A lo largo del mismo encontraremos tres torreones cuadrangulares a los que se encuentran anexas las viviendas del lado izquierdo (números pares). La muralla gira aquí con dirección Sureste.
El primer torreón es el más ancho, también el más transformado. Posee hasta cuatro amplios vanos (una puerta y tres ventanas prácticamente a eje) en el lado que da al paseo, abiertos con posterioridad, ya que la torre se convirtió en vivienda y se reformó en 2007. Debemos tener en cuenta que observamos estos torreones desde la parte externa de la muralla, por lo que la presencia de cualquier abertura en el muro, a excepción de las aspilleras (hueco vertical, estrecho y alargado para disparar), debilitaría su defensa.

Primera de las torres del Paseo de Gallego Díaz, convertida en vivienda
(foto: archivo propio)

La segunda torre nos ofrece un aspecto mucho más original que la anterior. Es maciza hasta la altura del antiguo adarve, donde se halla un habitáculo que dispone de una aspillera o saetera, única abertura al exterior. También presenta restos de almenado en la cara Este.

Segundo de los torreones de Gallego Díaz, el que presenta un aspecto más original.
(foto: archivo propio)

En último lugar se encuentra la llamada Torre del Reloj. También maciza hasta el adarve en origen, posee un habitáculo o cuerpo de guardia con bóveda gótica a esa altura. En el siglo XIX fue modificada su estructura interna para alojar el reloj municipal, hoy inexistente. Queda la esfera enmarcada por moldura donde estuvo el reloj, un cuerpo de sillería -adornado con pináculos en las esquinas- añadido en la parte superior de la torre y la estructura en hierro para alojar la campana. Se abrió una puerta en la planta baja, que da al paseo, para acceder al interior.

Torre del Reloj
(foto: archivo propio)

Junto al edificio del Ayuntamiento, que ocupa el solar donde se levantaba antaño la ermita de la Reina (llamada así en honor a Isabel la Católica, que al parecer pernoctó en la villa en uno de sus viajes a Granada), se encontraba la también desaparecida Puerta de la Villa, que daba acceso a la actual Calle San Miguel, que desciende hasta la plaza donde se encuentra la Iglesia de San Pedro (Plaza de Alonso de Vandelvira). Dicha calle era el eje del Sabiote medieval, por lo que la Puerta de la Villa era la más importante de la población -mencionada incluso en el fuero de Sabiote-, conectándola con el camino real a Úbeda. Fue derribada a mediados del siglo XIX por obstaculizar la circulación.

PASAJE DE LOS TORREONES

Por el lateral derecho del Ayuntamiento, a través de la Calle Mota, llegamos al Pasaje de los Torreones. Aquí es visible un lienzo de muralla de unos 85 m. de longitud hasta la esquina con Calle Minas, junto al Parque Manuel Jurado. Este lienzo sigue la dirección Sureste y está jalonado por tres torres desmochadas que alcanzan la misma altura del adarve de la muralla, más bajas por tanto que las del Paseo Gallego Díaz. Las torres de los extremos son cuadrangulares y la central circular.
Junto a la primera de las torres, la que se sitúa enfrente del mercado de abastos de la localidad, se abrió en 1980 una puerta en la muralla llamada de San Miguel que da acceso al patio de una finca privada. Presenta, como la mayoría, arco apuntado siguiendo la estética medieval.

Torre cuadrangular junto a la Puerta de San Miguel, al comienzo del Pasaje de los Torreones
(foto: archivo propio) 

Puerta de San Miguel, en el Pasaje de los Torreones, abierta en 1980
(foto: archivo propio)

Pasaje de los Torreones desde el Parque Manuel Jurado
(foto: archivo propio)

El torreón cuadrangular en la esquina con Calle Minas marca un nuevo giro de la muralla hacia el Noreste, ya en dirección al castillo, conservándose este lienzo en gran parte a lo largo de unos 400 m. por las Calles Minas y Extramuros hasta enlazar con la esquina Sureste del castillo, aunque el último tramo entre la Puerta de Santa María y el castillo no se conserva. Dos puertas se abren en este lienzo Este de la muralla, la de Granada y la de Santa María.

PUERTA DE GRANADA

Llamada así por la dirección que tomaba el camino que partía desde ella, se la conoce con otros nombres como Puerta del "Tejar" o del "Pilarillo", por estos otros lugares a donde conducía extramuros de la población. De arco apuntado, estaba protegida por una torre maciza en su flanco Este, algo derruida en la actualidad. La hornacina encima de la puerta intramuros contiene la imagen del Sagrado Corazón de María.


Puerta de Granada. Vista extramuros
(foto: archivo propio)


Puerta de Granada. Vista intramuros
(foto: archivo propio)

PUERTA DE SANTA MARÍA

De la Puerta de Santa María, llamada popularmente "del Pelotero", sólo queda el hueco, es decir, sus jambas. Da acceso por la Calle de Enrique Jimena al entorno de la Iglesia de San Pedro, barrio del Albaicín y plaza del castillo. En esta última se encontraron hace poco los restos de la planta de un edificio religioso que probablemente dio nombre a esta puerta. En el siglo XVI fue reedificada por el arquitecto Andrés de Vandelvira.

Restos de la Puerta de Santa María
(foto: archivo propio)


Bibliografía:

- Castillo Armenteros, Juan Carlos y José Luis. La Organización militar de la Orden de Calatrava en el Alto Guadalquivir a través de las investigaciones arqueológicas. Revista Arqueología y Territorio Medieval, 2003.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.