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El Corpus Christi en BAEZA


Custodia del Corpus Christi frente al Palacio de Jabalquinto de Baeza
(foto: archivo propio)

Una de las celebraciones religiosas más destacadas en el calendario festivo de Baeza es el Corpus Christi, la exaltación y culto a la Eucaristía, que tiene lugar, como se sabe, en fecha variable, pues se celebra en jueves transcurridos sesenta días desde el Domingo de Resurrección. No obstante en la mayoría de los pueblos y ciudades de España, caso también de Baeza, el Corpus Christi se pasó al domingo siguiente por motivo del calendario laboral.
La veneración al Santísimo Sacramento en Baeza es arraigada y antigua, lo cual aún hoy es palpable en una ciudad que se vuelca en el exorno de sus calles y en la cuidada elaboración de unos dignos y magníficos altares. El colofón a esta celebración lo ponen la santa misa en la Catedral y la posterior procesión de Jesús Sacramentado, que aquí en Baeza lo hace en una elegante y espectacular custodia de plata de principios del siglo XVIII, joya única de orfebrería en la Provincia de Jaén.

HISTORIA DE LA CELEBRACIÓN DEL CORPUS CHRISTI EN BAEZA
 
Aunque la fiesta del Corpus Christi se remonta a la Edad Media, será a partir del siglo XVI cuando en Baeza adquiera un enorme relieve, convirtiéndose en la más importante de las celebraciones que tenían lugar en la ciudad. La Contrarreforma que emana del Concilio de Trento auspicia con fuerza la veneración de la Eucaristía, fenómeno que se dejará notar muy pronto en los pueblos y ciudades de la Europa católica, teniendo en la procesión del Corpus Christi su máximo exponente como manifestación pública del dogma eucarístico y símbolo de la Iglesia Católica triunfante.
Uno de los primeros datos que tenemos sobre la festividad del Corpus en Baeza son las ordenanzas que Carlos V otorgó a la ciudad en 1536, en las que se mandaba que los regidores se juntasen nueve días antes de la fecha del Corpus para preparar la fiesta. También debían escoger de entre ellos mismos a seis caballeros que portaran las varas el día de la procesión, y debían asistir asímismo a la festividad del Santísimo que se celebraba las vísperas en la Catedral.
Generalmente los gastos que ocasionaba esta fiesta eran costeados por el Cabildo eclesiástico, el Concejo y algunos gremios. Las actas de cabildo dan prueba de que el Concejo tenía un papel muy destacado, ya que se encargaba de librar el dinero necesario para la celebración de dicha fiesta. Se disponía de dinero incluso en momentos de dificultades económicas, especialmente en la centuria siguiente, el siglo XVII, donde la tradición del Corpus sigue manteniéndose intacta, gracias a que por facultad real el Concejo estaba autorizado de librar el caudal de los propios de la ciudad, de los arrendamientos o de la venta del pescado y la carne.
Esta celebración religiosa estaba compuesta de una parte lúdica, como eran los juegos, danzas y representaciones. Esta parte festiva colaboraba en la educación religioso-simbólica de la sociedad. En muchas ocasiones, las representaciones que se realizaban el día del Corpus se ensayaban previamente para que los comisarios dieran el visto bueno. Si no era del gusto de los organizadores, debían mejorar la actuación. Los lugares donde se solían hacer estas actuaciones y comedias eran la Plaza de Santa María y el entorno de las casas consistoriales altas, por ser las zonas de mayor actividad de la ciudad.
Una tradición que aún pervive en la ciudad de Baeza es la colocación de altares y alfombras que se sitúan al paso del Corpus. Los altares intercalados en el recorrido procesional surgen en el siglo XVI como puntos de descanso para el sacerdote que portaba en sus manos la custodia, circunstancia que aprovechaba para el rezo de una oración arrodillado frente a estas estructuras efímeras que, normalmente, montaban las clases acomodadas a las puertas de sus mansiones. El 15 de abril de 1581, el cabildo decide ubicar toldos en las calles y librar dinero para premiar los altares y cruces que se pusieron, una tradición que se mantendrá en épocas posteriores. A partir del siglo XVII se generaliza en ciudades importantes la custodia tipo turriforme para albergar la hostia consagrada que, al ser portada sobre andas, tronos o en carrozas, hace que pierdan sentido estos altares, que no obstante se seguirán elaborando para honrar el paso de la procesión.
Como hemos podido comprobar, ningún detalle de la procesión se dejaba a la improvisación. Todo era preparado meticulosamente para el día en el que el Santísimo paseaba por las calles baezanas.

EL CORPUS CHRISTI DE BAEZA EN LA ACTUALIDAD

La celebración del Corpus Christi en Baeza sigue gozando de la solemnidad y esplendor de antaño.
Los preparativos comienzan la víspera, en que los baezanos engalanan las calles por donde pasará la Custodia en la mañana siguiente: juncia y romero, alfombras de flores y serrín de colores, colgaduras y banderolas y unos primorosos altares cuidadosamente montados jalonan el itinerario de la procesión. La Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de las Misericordias es la encargada de organizar cada año el concurso de altares y alfombras que ha alcanzado ya su XXXII edición.
El Domingo por la mañana tiene lugar la función religiosa en la Santa Iglesia Catedral y a continuación la procesión. La Custodia es portada en un lujoso trono de plata sobredorada portado por horquilleros. El cortejo está conformado por autoridades religiosas, civiles y militares, representantes de las Hermandades y Cofradías de la ciudad, miembros de Adoración Nocturna, niños tarsicios que portan una pequeña imagen de su santo titular, niños y niñas de primera comunión y las bandas de música. Muchos son los fieles que también participan en la procesión, entonando cantos litúrgicos como el típico de "Cantemos al Amor de los Amores" u otros propios de la ciudad como "El Motete".
En la Octava del Corpus se celebra una segunda procesión del Santísimo, esta vez por las naves y claustro de la Catedral.

Monaguillos y niños tarsicios portando una pequeña imagen de su santo titular.
Procesión del Corpus Christi de Baeza 2015
(foto: archivo propio)

LA CUSTODIA DEL CORPUS CHRISTI DE BAEZA
 
La custodia procesional de la Catedral de Baeza es un templete de orfebrería del tipo turriforme construido para servir de asiento al Santísimo Sacramento cuando es procesionado en las funciones solemnes de la liturgia catedralicia, siendo la principal de ellas la procesión eucarística del Corpus Christi. Esta custodia es la principal pieza de orfebrería del patrimonio catedralicio, y una de las obras más destacadas de España en su género. Es por ello que se ha convertido en uno de los símbolos monumentales de la ciudad de Baeza.


Custodia de la Catedral de Baeza en la procesión del Corpus Christi
(foto: archivo propio)

La custodia mide 2,20 m. de altura y fue realizada en plata casi en su totalidad (algo más de 10.745 onzas), excepto algunas partes que son de cobre dorado y el viril que es de oro macizo.
Vino a sustituir a la destruida en el incendio de la sacristía de 1691, siendo costeada casi en su totalidad por el canónigo baezano Diego de Cózar Serrano y ejecutada por el maestro platero de Antequera Gaspar Núñez de Castro, con quien colaboró su hermano Jerónimo y el también antequerano Gaspar Correa. Comenzada en 1700, se entregó concluida en 1714.

IMÁGENES DE ALTARES CORPUS CHRISTI 2015


Altar en la Plaza de Santa María

Alfombra con serrín de colores en Calle Julio Burell

 Altar de la Cofradía del Señor de la Yedra y Virgen del Rosel

 Altar de la Cofradía de la Vera Cruz delante de la portada románica de la Iglesia de Santa Cruz


 Altar de la Cofradía del Cristo de la Misericordia "Las Escuelas"
en la puerta del Instituto Santísima Trinidad

Altar particular en Calle San Pablo

 Altar de la Cofradía de la Virgen del Carmen en Calle San Pablo

 Altar en Calle Julio Burell


 Santa Teresa ante la visión del Ecce Homo. Homenaje al Año Teresiano
Altar en Calle Julio Burell

 Entorno de la Puerta de Úbeda engalanada para la Procesión del Corpus Christi

 Altar en Calle Julio Burell

Casa engalanada en Calle Sacramento


PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI EN BAEZA 2015


Procesión por la Plaza de Santa María tras salir de la Santa Iglesia Catedral

 La Custodia a su paso por el Palacio de Jabalquinto

Custodia frente a la Iglesia de San Pablo



Procesión a su paso por la Calle San Pablo

Fotografías: Jesús Molina Gimeno


Bibliografía:

- García Martínez, Catalina. La Devoción de Baeza al Santísimo Sacramento en la Edad Moderna. En "Religiosidad y Ceremonias en torno a la Eucaristía". Madrid, 2003.


El Corpus Christi en VILLARDOMPARDO


Uno de los Altares del Corpus Christi de Villardompardo
(foto: archivo propio)

A pesar de contar con algo más de 1.000 habitantes, la celebración del Corpus Christi en Villardompardo, un pueblo de La Campiña jiennense, es absolutamente grandiosa. Tiene el honor de contarse entre las festividades del Corpus más importantes de la Provincia de Jaén y de la región de Andalucía, por lo que ya se han iniciado los trámites para su declaración como Fiesta de Interés Turístico, que espero se consiga muy pronto. Porque, no sólo se trata de conservar la vertiente estética de la fiesta, o premiar el titánico esfuerzo que pone el pueblo de Villardompardo, también de reconocer y valorar la antigüedad de esta celebración. La fiesta del Corpus Christi, tal y como la conocemos actualmente, con esa particular proliferación de grandes y vistosos altares por las calles del pueblo, tiene más de medio siglo de tradición. Fotografías en blanco y negro de los años 40 y 50 así lo atestiguan. Pero la historia de esta fiesta se remonta nada más y nada menos que al siglo XVI, concretamente a 1564, año del que se conserva un documento que supone el primer testimonio de la celebración del Corpus Christi en Villardompardo.
Efectivamente, resulta encomiable el ahínco de unas pocas y sencillas gentes que, literalmente, transforman por completo el aspecto urbano de la villa a lo largo de todo el recorrido por el que transita la procesión: banderolas y colgaduras, sábanas bordadas y mantones, objetos y mobiliario particulares que aportan los propios vecinos, macetas y plantas, calles tapizadas de verde -hierbas, juncia, romero, flores silvestres- y alfombras florales que aportan una embriagadora fragancia y un intenso colorido. Pero sobre todo, los Altares, grandes, gigantescos, que honran el paso de Jesús Sacramentado. Y no crean que los villariegos y las villariegas, como se les denomina a los habitantes de esta localidad, se conforman con instalar los mismos monumentos todos los años. No. En cada edición de esta singular fiesta nos sorprenden con nuevos diseños cargados de imaginación, de trabajo y, fundamentalmente, de Fe. Podrán deducir, por tanto, que la festividad del Corpus en Villardompardo no se prepara de la noche a la mañana, sino prácticamente a lo largo de los 365 días del año. Y es que, por encima de las fiestas patronales, con permiso de San Francisco de Asís y Nuestra Señora del Rosario, la fiesta del Corpus es la fecha más señalada en el calendario festivo villariego.
No es de extrañar que esta tradición despierte la curiosidad de gentes que provienen de otros puntos de la provincia, de la región e incluso de fuera de Andalucía.
El trabajo más intenso comienza en Villardompardo la víspera del Domingo del Corpus, es decir, el sábado por la tarde, cuando vecinos y vecinas se disponen a montar los Altares y adornar todo el recorrido de la procesión. Obviamente, las labores culminan bien entrada la madrugada, pero todo el trabajo transcurre en un agradable ambiente de convivencia vecinal en el que, por qué no, también se come y se bebe. El Domingo por la mañana, ya desde muy temprano, se puede observar a multitud de personas paseando por las calles para contemplar estos magníficos monumentos. A media mañana tiene lugar la solemne Eucaristía en la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia, tras la cual llega el momento tan esperado de la procesión. La Custodia que porta la Sagrada Forma es de tipo "sol", en plata sobredorada y de estilo neobarroco, y es portada en unas pequeñas andas que llevan cuatro personas que se van turnando a lo largo del recorrido. Sacerdote, autoridades, representantes de las cofradías de pasión y gloria, la banda de música de la localidad y todo el pueblo en masa acompañan al Santísimo, que se va deteniendo en cada uno de los Altares, mientras la gente lanza pétalos de flores a su paso.

La Custodia del Santísimo de Villardompardo
(foto: archivo propio)
Y como el empeño ha sido grande, y el trabajo, duro, los villariegos no desmantelan los Altares hasta la noche del Domingo para que los más rezagados puedan disfrutar aún durante la tarde de estas impresionantes obras de arte efímeras.


ALTARES DEL CORPUS DE VILLARDOMPARDO 2013

Señor, Ilumíname

2013: Año de la Fe

Uno de los muchos altares que se sitúan en la calle principal de la población:
la Avenida de Andalucía

Esta curiosa máquina de coser ha bordado en una pieza de tela la frase: Palabra de Dios

Original altar consistente en un enorme cáliz hecho con latas de refresco

Oriéntanos hacia tí, Señor

Altar de la Virgen de Atocha junto a su ermita

Elaborado altar en la Calle San Francisco de Asís

Alfombra roja y rica ornamentación en el altar de la calle Virgen de la Cabeza

Jesús, Pescador de Hombres


LA PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI
VILLARDOMPARDO 2013

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FOTOGRAFÍAS: JESÚS MOLINA GIMENO


 

El Corpus Christi en VILLACARRILLO 2012

Tras una espléndida mañana de Domingo de Corpus en la vecina localidad de Iznatoraf, mi amigo Juan Manuel, su padre Don Francisco y yo, nos dirigimos a Villacarrillo, que tiene el privilegio de celebrar la procesión del Santísimo por la tarde (para más información acerca de esta fiesta, vean en este mismo blog la entrada de 30 de Junio de 2011: El Corpus Christi en Villacarrillo).
El año pasado ya tuve la oportunidad de descubrir el soberbio trabajo, digno de todo elogio, que los vecinos y vecinas de la localidad realizan para adornar las calles, y no podía sino volver de nuevo este año para contemplar la esmerada ornamentación del itinerario del cortejo procesional. Un itinerario que, por cierto, es distinto cada año, para que de este modo cada villacarrillense tenga la oportunidad de participar en esta fiesta y honrar con su aportación a Jesús Sacramentado.
Aunque hizo un poco de viento, la soleada tarde permitió que el Santísimo se luciera por las calles de Villacarrillo en el que es, por derecho propio y sin lugar a dudas, uno de los acontecimientos más señalados en el calendario festivo de la Provincia de Jaén.

Reportaje fotográfico del Corpus Christi de Villacarrillo 2012


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Fotografías: Jesús Molina Gimeno




El Corpus Christi en IZNATORAF


Custodia procesional. Siglo XVII
Sacristía de la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción. Iznatoraf
(foto: archivo propio)

 
La vieja Torafe se encarama en lo alto de un monte que desafía, al otro lado del incipiente cauce del Guadalquivir, al imponente macizo de Cazorla, Segura y Las Villas. Es uno de los balcones con mejores vistas que tenemos en ésta nuestra casa de Jaén. Y al impresionante emplazamiento, hay que sumarle una monumentalidad y belleza singulares. No en vano la villa ha conseguido recientemente, concretamente el 15 de Mayo de 2012, una muy esperada declaración como conjunto histórico-artístico. Paisaje, historia, arte y tradiciones se dan la mano en este rinconcito de Jaén y suponen un compendio de valor patrimonial difícil de superar en la provincia.
Precisamente en el capítulo del patrimonio folclórico, Iznatoraf puede enorgullecerse de haber sabido conservar prácticamente íntegro un amplio panorama de ancestrales tradiciones y fiestas. Hoy descubriremos la celebración del Corpus Christi que, por las propias características de la población, adquiere aquí en Iznatoraf un especial relieve. Un pueblo que se vuelca completamente en un loable ejercicio de convivencia vecinal, engalanando las estrechas calles y plazuelas con mucha originalidad la víspera del domingo del Corpus. 
Si ya de por sí resulta extremadamente gratificante pasear por el casco antiguo en cualquier época del año, pues la mujeres torafeñas tienen las fachadas de sus casas primorosamente adornadas con macetas y flores, imagínense el espectáculo que supone esta fiesta litúrgica, en la que las macetas se multiplican por mil, los altares al Santísimo salpican por decenas el recorrido, mantones y sábadas bordadas cuelgan de las rejas de ventanas y balcones, mientras el aire se llena de la fragancia de la retama y el romero que tapizan el suelo. Objetos muy dispares completan el magnífico exorno que honra el paso de la Custodia: antiguos muebles, cerámicas, objetos tradicionales de bronce y cobre (candelabros, calderos, cazos...), aperos de labranza, instrumentos musicales como guitarras, o vestidos de gala, son aportados desinteresadamente por los vecinos y vecinas, sorprendiendo gratamente al viandante.
El Domingo del Corpus da comienzo con la celebración de la Eucaristía en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Iznatoraf, en la que el coro parroquial y la banda de música municipal interpretan conjuntamente una cuidada selección de piezas musicales antiguas de carácter religioso. A mediodía sale la procesión de la Iglesia, entre los sones del himno nacional, recorriendo seguidamente las acicaladas calles de la localidad. Preceden a la Custodia, que es portada por el sacerdote bajo palio, los niños y niñas que han hecho ese año la primera comunión, y los hermanos y hermanas mayores de las distintas cofradías, incluyendo la propia Cofradía del Santísimo que es la encargada de organizar la fiesta. Cierra el cortejo la banda municipal de música y el pueblo devoto que acompaña a Jesús Sacramentado.
Mención especial merece la Custodia, o mejor dicho Custodias, en plural, pues son dos las piezas orfebres que alternativamente se sacan en procesión. Se guardan en la sacristía del templo. Están realizadas en plata sobredorada, son de tipo "sol" y datan del siglo XVII. Están decoradas con esmaltes y pedrerías. En una de ellas se puede leer la fecha de 1638, así como la dedicatoria de Doña Magdalena Román, religiosa de la villa, que la donó al templo.

Reportaje de fotografías del Corpus Christi de Iznatoraf 2012


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Fotografías: Jesús Molina Gimeno