Aunque se han encontrado restos de otras culturas anteriores, el origen y configuración del actual núcleo de Sabiote hay que buscarlo en la época musulmana, cuando avanzado el siglo VIII se establece un pequeño asentamiento sobre un cerro a 840 m. de altitud en el entorno de la Loma de Úbeda, muy cerca de esta otra importante población. Un lugar estratégico, sin duda, protegido por el natural escarpe del terreno hacia el Norte, que cae hacia el valle del Guadalimar, y con un control directo de los caminos que provienen de Sierra Morena y el Levante.
Los musulmanes construyeron aquí una discreta fortificación (hins), complementada con una cerca de tapial de tierra que defendería no sólo el asentamiento en sí, sino a los moradores de las alquerías (comunidades de aldea) situadas en los alrededores. Este primigenio núcleo, que aproximadamente comprendería un espacio entre el castillo, la Calle Albaicín y el Callejón Martínez, se fortificó durante la fitna (guerra civil) de finales del siglo IX.
Tras la pacificación de Al-Andalus y el triunfo del proceso de islamización emprendido por los Omeyas, Sabiote pasa a depender administrativamente de Úbeda, integrándose en su distrito (Iqlim). El núcleo, denominado en las fuentes hins Sabiyut, experimentará un crecimiento favorecido por la huida de la población musulmana de los territorios que conquistaban los cristianos en su avance hacia el Sur entre la segunda mitad del siglo XII y primer tercio del XIII. De este modo, el recinto amurallado se vio ampliado englobando un espacio comprendido entre las Calles Albaicín, Juan Salido y Minas.
La conquista cristiana se produjo entre 1227 y 1229 por las tropas de Fernando III "el Santo". En 1257, Alfonso X entrega Sabiote a la Orden de Calatrava. La huida de la población musulmana, en este caso de la propia Sabiote, provocó el despoblamiento del lugar, que volverá a contar con población civil estable ya en la centuria siguiente. Durante el siglo XIV se reconstruye y amplía el recinto amurallado en dirección Oeste y se reordena el urbanismo en su interior, con la apertura de nuevas calles y espacios públicos. La Orden de Calatrava también levanta una nueva fortaleza en el ángulo Nordeste reaprovechando la estructura defensiva islámica, que en el siglo XVI sería transformada en un palacio renacentista por orden del nuevo y flamante Señor de Sabiote, Don Francisco de los Cobos y Molina -secretario del emperador Carlos V-, que en 1537 compra la villa a la Orden de Calatrava.
En el siglo XIV se produce, por tanto, la última y definitiva ampliación de la muralla, cuyo perímetro queda configurado tal y como se puede apreciar en la actualidad.
A partir de la conquista de Granada en 1492, este tipo de recintos defensivos dejarán de tener uso. Durante la Edad Moderna y Contemporánea la muralla de Sabiote sufrirá la anexión de construcciones parasitarias -viviendas- que acabarán por hacer desaparecer algunos tramos. Por otra parte, las nuevas necesidades del tráfico rodado a partir de mediados del siglo XIX propiciarán el derribo de algunas puertas, como la de la Villa. En 1846 se abre la Puerta Nueva y recientemente, en 1980, la Puerta de San Miguel.
En una fecha temprana, 1949, fue incoado expediente para la declaración de la muralla urbana de Sabiote como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, declaración que se produjo en Junio del año 1985.
LA MURALLA
La muralla de Sabiote tuvo una longitud aproximada de 1 km. y 200 m. (1.200 m.), seis puertas en origen (más otras dos abiertas con posterioridad) y quedan hoy restos de nueve torreones, aunque se sospecha que pudo llegar a tener quince. Se trata de una obra cristiana del siglo XIV, aunque su origen es musulmán, y está realizada fundamentalmente en mampostería, alternándose en zonas puntuales con el sillarejo.
LIENZO NORTE
Partiendo del Castillo en dirección Oeste podemos contemplar el lienzo Norte de la muralla, que se conserva en gran parte. Tiene una longitud de unos 220 m. y discurría entre la desaparecida Puerta de la Canal -anexa al muro Oeste del castillo- y la Puerta de los Santos o del Chiringote. La Puerta de la Canal, con un acceso en acodo desde el exterior, parece que tomó su nombre de la fuente o pilar extramuros situada un poco más abajo, de origen árabe. Desde el paseo de la Ronda de Miradores la parte externa de la muralla es perfectamente visible, apreciándose aquí el aprovechamiento del escarpe natural del terreno para redoblar la defensa. Ya es posible recorrer la parte interna de este lienzo, pues el Ayuntamiento de Sabiote acometió unas obras entre los años 2013 y 2014 que supusieron la supresión de parte de los patios traseros de varias viviendas de las calles Albaicín y Enmedio que lindaban con la muralla. Se ha abierto una nueva calle y recuperado el paso entre el castillo y la Puerta de los Santos.
PUERTA DE LOS SANTOS O DEL CHIRINGOTE
El conjunto está formado por la puerta con arco apuntado y una torre barbacana cuadrangular. El carácter defensivo de la torre se aprecia en su aspecto macizo, con sólo dos vanos abiertos en sus muros (los accesos desde el adarve), además de aspilleras en su parte superior. Puerta y torre presentan un característico almenado piramidal. Se restauró en el año 1960 pues amenazaba ruina.
Sobre cada una de las puertas de la muralla de Sabiote, en su lado interno, se halla una pequeña hornacina con una imagen religiosa. En este caso es la Virgen de los Desamparados quien protege el acceso. Extramuros, bajo la torre, existe también otra fuente y pilar para abrevadero del ganado, llamado del Chiringote.
Desde aquí se divisa un amplio y magnífico paisaje de olivares sobre el valle del Guadalimar, la comarca del Condado y Sierra Morena al fondo.
Desde la Puerta de los Santos, la muralla toma dirección Suroeste.
PUERTA O ARCO NUEVO
Situada al Oeste del recinto amurallado, fue denominada así por ser la última puerta abierta en la muralla en el año 1846. Se abre en arco de medio punto, conformando en su intradós una bóveda de cañón. Existe aquí un torreón circular macizo, original, que fue horadado en un lateral para abrir esta puerta. Da acceso a la actual calle de Blas Poyatos. La imagen de la Inmaculada Concepción preside la pequeña hornacina sobre la puerta.
MURALLA OCULTA Y POSTIGO DE SAN BARTOLOMÉ
Desde el Arco Nuevo, la muralla toma dirección Sur y discurre paralela a la actual Calle del Canónigo Utrera hasta la esquina con el Paseo de Gallego Díaz, pero con la particularidad de que permanece oculta en la trasera de las viviendas (números pares) de esta calle.
Esta circunstancia se aprecia perfectamente en el trozo de muralla que asoma, embutido entre dos viviendas, en el lugar donde se levantaba el Postigo de San Bartolomé, hoy desparecido, que daba acceso a la actual Calle del Doctor Gutiérrez Lozano. Se llamaba así por encontrarse junto a él la ermita de San Bartolomé, aunque también era conocida como Puerta de Baeza. Existe aún la hornacina que protegía esta puerta, con la imagen de la Virgen de los Dolores.
Desde este punto y hasta el Paseo de Gallego Díaz los restos de la muralla vuelven a ser visibles en la parte trasera de las viviendas que dan a la actual Calle de la Reina.
TORREONES DEL PASEO DE GALLEGO DÍAZ Y PUERTA DE LA VILLA
El Paseo de Gallego Díaz es el centro neurálgico de la población. Se trata de un espacio peatonal, en uno de cuyos extremos se levantan la Iglesia de Santa María y el Convento de Carmelitas Descalzas y en el otro el edificio del Ayuntamiento.
Siguiendo nuestra ruta por la muralla, accedemos al paseo desde la Calle del Canónigo Utrera por el extremo donde se levanta la Iglesia. A lo largo del mismo encontraremos tres torreones cuadrangulares a los que se encuentran anexas las viviendas del lado izquierdo (números pares). La muralla gira aquí con dirección Sureste.
El primer torreón es el más ancho, también el más transformado. Posee hasta cuatro amplios vanos (una puerta y tres ventanas prácticamente a eje) en el lado que da al paseo, abiertos con posterioridad, ya que la torre se convirtió en vivienda y se reformó en 2007. Debemos tener en cuenta que observamos estos torreones desde la parte externa de la muralla, por lo que la presencia de cualquier abertura en el muro, a excepción de las aspilleras (hueco vertical, estrecho y alargado para disparar), debilitaría su defensa.
La segunda torre nos ofrece un aspecto mucho más original que la anterior. Es maciza hasta la altura del antiguo adarve, donde se halla un habitáculo que dispone de una aspillera o saetera, única abertura al exterior. También presenta restos de almenado en la cara Este.
En último lugar se encuentra la llamada Torre del Reloj. También maciza hasta el adarve en origen, posee un habitáculo o cuerpo de guardia con bóveda gótica a esa altura. En el siglo XIX fue modificada su estructura interna para alojar el reloj municipal, hoy inexistente. Queda la esfera enmarcada por moldura donde estuvo el reloj, un cuerpo de sillería -adornado con pináculos en las esquinas- añadido en la parte superior de la torre y la estructura en hierro para alojar la campana. Se abrió una puerta en la planta baja, que da al paseo, para acceder al interior.
Junto al edificio del Ayuntamiento, que ocupa el solar donde se levantaba antaño la ermita de la Reina (llamada así en honor a Isabel la Católica, que al parecer pernoctó en la villa en uno de sus viajes a Granada), se encontraba la también desaparecida Puerta de la Villa, que daba acceso a la actual Calle San Miguel, que desciende hasta la plaza donde se encuentra la Iglesia de San Pedro (Plaza de Alonso de Vandelvira). Dicha calle era el eje del Sabiote medieval, por lo que la Puerta de la Villa era la más importante de la población -mencionada incluso en el fuero de Sabiote-, conectándola con el camino real a Úbeda. Fue derribada a mediados del siglo XIX por obstaculizar la circulación.
PASAJE DE LOS TORREONES
Por el lateral derecho del Ayuntamiento, a través de la Calle Mota, llegamos al Pasaje de los Torreones. Aquí es visible un lienzo de muralla de unos 85 m. de longitud hasta la esquina con Calle Minas, junto al Parque Manuel Jurado. Este lienzo sigue la dirección Sureste y está jalonado por tres torres desmochadas que alcanzan la misma altura del adarve de la muralla, más bajas por tanto que las del Paseo Gallego Díaz. Las torres de los extremos son cuadrangulares y la central circular.
Junto a la primera de las torres, la que se sitúa enfrente del mercado de abastos de la localidad, se abrió en 1980 una puerta en la muralla llamada de San Miguel que da acceso al patio de una finca privada. Presenta, como la mayoría, arco apuntado siguiendo la estética medieval.
El torreón cuadrangular en la esquina con Calle Minas marca un nuevo giro de la muralla hacia el Noreste, ya en dirección al castillo, conservándose este lienzo en gran parte a lo largo de unos 400 m. por las Calles Minas y Extramuros hasta enlazar con la esquina Sureste del castillo, aunque el último tramo entre la Puerta de Santa María y el castillo no se conserva. Dos puertas se abren en este lienzo Este de la muralla, la de Granada y la de Santa María.
PUERTA DE GRANADA
Llamada así por la dirección que tomaba el camino que partía desde ella, se la conoce con otros nombres como Puerta del "Tejar" o del "Pilarillo", por estos otros lugares a donde conducía extramuros de la población. De arco apuntado, estaba protegida por una torre maciza en su flanco Este, algo derruida en la actualidad. La hornacina encima de la puerta intramuros contiene la imagen del Sagrado Corazón de María.
PUERTA DE SANTA MARÍA
De la Puerta de Santa María, llamada popularmente "del Pelotero", sólo queda el hueco, es decir, sus jambas. Da acceso por la Calle de Enrique Jimena al entorno de la Iglesia de San Pedro, barrio del Albaicín y plaza del castillo. En esta última se encontraron hace poco los restos de la planta de un edificio religioso que probablemente dio nombre a esta puerta. En el siglo XVI fue reedificada por el arquitecto Andrés de Vandelvira.
Bibliografía:
- Castillo Armenteros, Juan Carlos y José Luis. La Organización militar de la Orden de Calatrava en el Alto Guadalquivir a través de las investigaciones arqueológicas. Revista Arqueología y Territorio Medieval, 2003.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.
Tras la pacificación de Al-Andalus y el triunfo del proceso de islamización emprendido por los Omeyas, Sabiote pasa a depender administrativamente de Úbeda, integrándose en su distrito (Iqlim). El núcleo, denominado en las fuentes hins Sabiyut, experimentará un crecimiento favorecido por la huida de la población musulmana de los territorios que conquistaban los cristianos en su avance hacia el Sur entre la segunda mitad del siglo XII y primer tercio del XIII. De este modo, el recinto amurallado se vio ampliado englobando un espacio comprendido entre las Calles Albaicín, Juan Salido y Minas.
La conquista cristiana se produjo entre 1227 y 1229 por las tropas de Fernando III "el Santo". En 1257, Alfonso X entrega Sabiote a la Orden de Calatrava. La huida de la población musulmana, en este caso de la propia Sabiote, provocó el despoblamiento del lugar, que volverá a contar con población civil estable ya en la centuria siguiente. Durante el siglo XIV se reconstruye y amplía el recinto amurallado en dirección Oeste y se reordena el urbanismo en su interior, con la apertura de nuevas calles y espacios públicos. La Orden de Calatrava también levanta una nueva fortaleza en el ángulo Nordeste reaprovechando la estructura defensiva islámica, que en el siglo XVI sería transformada en un palacio renacentista por orden del nuevo y flamante Señor de Sabiote, Don Francisco de los Cobos y Molina -secretario del emperador Carlos V-, que en 1537 compra la villa a la Orden de Calatrava.
Castillo-Palacio de Sabiote. Fachada principal
(foto: archivo propio)
En el siglo XIV se produce, por tanto, la última y definitiva ampliación de la muralla, cuyo perímetro queda configurado tal y como se puede apreciar en la actualidad.
A partir de la conquista de Granada en 1492, este tipo de recintos defensivos dejarán de tener uso. Durante la Edad Moderna y Contemporánea la muralla de Sabiote sufrirá la anexión de construcciones parasitarias -viviendas- que acabarán por hacer desaparecer algunos tramos. Por otra parte, las nuevas necesidades del tráfico rodado a partir de mediados del siglo XIX propiciarán el derribo de algunas puertas, como la de la Villa. En 1846 se abre la Puerta Nueva y recientemente, en 1980, la Puerta de San Miguel.
En una fecha temprana, 1949, fue incoado expediente para la declaración de la muralla urbana de Sabiote como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, declaración que se produjo en Junio del año 1985.
LA MURALLA
Plano de la muralla de Sabiote
La muralla de Sabiote tuvo una longitud aproximada de 1 km. y 200 m. (1.200 m.), seis puertas en origen (más otras dos abiertas con posterioridad) y quedan hoy restos de nueve torreones, aunque se sospecha que pudo llegar a tener quince. Se trata de una obra cristiana del siglo XIV, aunque su origen es musulmán, y está realizada fundamentalmente en mampostería, alternándose en zonas puntuales con el sillarejo.
LIENZO NORTE
Partiendo del Castillo en dirección Oeste podemos contemplar el lienzo Norte de la muralla, que se conserva en gran parte. Tiene una longitud de unos 220 m. y discurría entre la desaparecida Puerta de la Canal -anexa al muro Oeste del castillo- y la Puerta de los Santos o del Chiringote. La Puerta de la Canal, con un acceso en acodo desde el exterior, parece que tomó su nombre de la fuente o pilar extramuros situada un poco más abajo, de origen árabe. Desde el paseo de la Ronda de Miradores la parte externa de la muralla es perfectamente visible, apreciándose aquí el aprovechamiento del escarpe natural del terreno para redoblar la defensa. Ya es posible recorrer la parte interna de este lienzo, pues el Ayuntamiento de Sabiote acometió unas obras entre los años 2013 y 2014 que supusieron la supresión de parte de los patios traseros de varias viviendas de las calles Albaicín y Enmedio que lindaban con la muralla. Se ha abierto una nueva calle y recuperado el paso entre el castillo y la Puerta de los Santos.
La muralla Norte desde el Castillo de Sabiote. A la derecha Ronda de Miradores.
Al fondo, la Puerta de los Santos y la torre barbacana.
(foto: archivo propio)
PUERTA DE LOS SANTOS O DEL CHIRINGOTE
El conjunto está formado por la puerta con arco apuntado y una torre barbacana cuadrangular. El carácter defensivo de la torre se aprecia en su aspecto macizo, con sólo dos vanos abiertos en sus muros (los accesos desde el adarve), además de aspilleras en su parte superior. Puerta y torre presentan un característico almenado piramidal. Se restauró en el año 1960 pues amenazaba ruina.
Sobre cada una de las puertas de la muralla de Sabiote, en su lado interno, se halla una pequeña hornacina con una imagen religiosa. En este caso es la Virgen de los Desamparados quien protege el acceso. Extramuros, bajo la torre, existe también otra fuente y pilar para abrevadero del ganado, llamado del Chiringote.
Desde aquí se divisa un amplio y magnífico paisaje de olivares sobre el valle del Guadalimar, la comarca del Condado y Sierra Morena al fondo.
Desde la Puerta de los Santos, la muralla toma dirección Suroeste.
Puerta de los Santos o del Chiringote intramuros
(foto: archivo propio)
Torre barbacana desde la Ronda de Miradores. En primer término, fuente del Chiringote.
Al fondo, el Castillo.
(foto: archivo propio)
PUERTA O ARCO NUEVO
Situada al Oeste del recinto amurallado, fue denominada así por ser la última puerta abierta en la muralla en el año 1846. Se abre en arco de medio punto, conformando en su intradós una bóveda de cañón. Existe aquí un torreón circular macizo, original, que fue horadado en un lateral para abrir esta puerta. Da acceso a la actual calle de Blas Poyatos. La imagen de la Inmaculada Concepción preside la pequeña hornacina sobre la puerta.
Lado interno del Arco Nuevo
(Foto: archivo propio)
Lado externo del Arco nuevo. Torreón circular
(foto: archivo propio)
MURALLA OCULTA Y POSTIGO DE SAN BARTOLOMÉ
Desde el Arco Nuevo, la muralla toma dirección Sur y discurre paralela a la actual Calle del Canónigo Utrera hasta la esquina con el Paseo de Gallego Díaz, pero con la particularidad de que permanece oculta en la trasera de las viviendas (números pares) de esta calle.
Esta circunstancia se aprecia perfectamente en el trozo de muralla que asoma, embutido entre dos viviendas, en el lugar donde se levantaba el Postigo de San Bartolomé, hoy desparecido, que daba acceso a la actual Calle del Doctor Gutiérrez Lozano. Se llamaba así por encontrarse junto a él la ermita de San Bartolomé, aunque también era conocida como Puerta de Baeza. Existe aún la hornacina que protegía esta puerta, con la imagen de la Virgen de los Dolores.
Desde este punto y hasta el Paseo de Gallego Díaz los restos de la muralla vuelven a ser visibles en la parte trasera de las viviendas que dan a la actual Calle de la Reina.
Muralla oculta entre dos viviendas donde se encontraba el Postigo de San Bartolomé
(foto: archivo propio)
TORREONES DEL PASEO DE GALLEGO DÍAZ Y PUERTA DE LA VILLA
El Paseo de Gallego Díaz es el centro neurálgico de la población. Se trata de un espacio peatonal, en uno de cuyos extremos se levantan la Iglesia de Santa María y el Convento de Carmelitas Descalzas y en el otro el edificio del Ayuntamiento.
Siguiendo nuestra ruta por la muralla, accedemos al paseo desde la Calle del Canónigo Utrera por el extremo donde se levanta la Iglesia. A lo largo del mismo encontraremos tres torreones cuadrangulares a los que se encuentran anexas las viviendas del lado izquierdo (números pares). La muralla gira aquí con dirección Sureste.
El primer torreón es el más ancho, también el más transformado. Posee hasta cuatro amplios vanos (una puerta y tres ventanas prácticamente a eje) en el lado que da al paseo, abiertos con posterioridad, ya que la torre se convirtió en vivienda y se reformó en 2007. Debemos tener en cuenta que observamos estos torreones desde la parte externa de la muralla, por lo que la presencia de cualquier abertura en el muro, a excepción de las aspilleras (hueco vertical, estrecho y alargado para disparar), debilitaría su defensa.
Primera de las torres del Paseo de Gallego Díaz, convertida en vivienda
(foto: archivo propio)
La segunda torre nos ofrece un aspecto mucho más original que la anterior. Es maciza hasta la altura del antiguo adarve, donde se halla un habitáculo que dispone de una aspillera o saetera, única abertura al exterior. También presenta restos de almenado en la cara Este.
Segundo de los torreones de Gallego Díaz, el que presenta un aspecto más original.
(foto: archivo propio)
En último lugar se encuentra la llamada Torre del Reloj. También maciza hasta el adarve en origen, posee un habitáculo o cuerpo de guardia con bóveda gótica a esa altura. En el siglo XIX fue modificada su estructura interna para alojar el reloj municipal, hoy inexistente. Queda la esfera enmarcada por moldura donde estuvo el reloj, un cuerpo de sillería -adornado con pináculos en las esquinas- añadido en la parte superior de la torre y la estructura en hierro para alojar la campana. Se abrió una puerta en la planta baja, que da al paseo, para acceder al interior.
Torre del Reloj
(foto: archivo propio)
Junto al edificio del Ayuntamiento, que ocupa el solar donde se levantaba antaño la ermita de la Reina (llamada así en honor a Isabel la Católica, que al parecer pernoctó en la villa en uno de sus viajes a Granada), se encontraba la también desaparecida Puerta de la Villa, que daba acceso a la actual Calle San Miguel, que desciende hasta la plaza donde se encuentra la Iglesia de San Pedro (Plaza de Alonso de Vandelvira). Dicha calle era el eje del Sabiote medieval, por lo que la Puerta de la Villa era la más importante de la población -mencionada incluso en el fuero de Sabiote-, conectándola con el camino real a Úbeda. Fue derribada a mediados del siglo XIX por obstaculizar la circulación.
PASAJE DE LOS TORREONES
Por el lateral derecho del Ayuntamiento, a través de la Calle Mota, llegamos al Pasaje de los Torreones. Aquí es visible un lienzo de muralla de unos 85 m. de longitud hasta la esquina con Calle Minas, junto al Parque Manuel Jurado. Este lienzo sigue la dirección Sureste y está jalonado por tres torres desmochadas que alcanzan la misma altura del adarve de la muralla, más bajas por tanto que las del Paseo Gallego Díaz. Las torres de los extremos son cuadrangulares y la central circular.
Junto a la primera de las torres, la que se sitúa enfrente del mercado de abastos de la localidad, se abrió en 1980 una puerta en la muralla llamada de San Miguel que da acceso al patio de una finca privada. Presenta, como la mayoría, arco apuntado siguiendo la estética medieval.
Torre cuadrangular junto a la Puerta de San Miguel, al comienzo del Pasaje de los Torreones
(foto: archivo propio)
Puerta de San Miguel, en el Pasaje de los Torreones, abierta en 1980
(foto: archivo propio)
Pasaje de los Torreones desde el Parque Manuel Jurado
(foto: archivo propio)
El torreón cuadrangular en la esquina con Calle Minas marca un nuevo giro de la muralla hacia el Noreste, ya en dirección al castillo, conservándose este lienzo en gran parte a lo largo de unos 400 m. por las Calles Minas y Extramuros hasta enlazar con la esquina Sureste del castillo, aunque el último tramo entre la Puerta de Santa María y el castillo no se conserva. Dos puertas se abren en este lienzo Este de la muralla, la de Granada y la de Santa María.
PUERTA DE GRANADA
Llamada así por la dirección que tomaba el camino que partía desde ella, se la conoce con otros nombres como Puerta del "Tejar" o del "Pilarillo", por estos otros lugares a donde conducía extramuros de la población. De arco apuntado, estaba protegida por una torre maciza en su flanco Este, algo derruida en la actualidad. La hornacina encima de la puerta intramuros contiene la imagen del Sagrado Corazón de María.
Puerta de Granada. Vista extramuros
(foto: archivo propio)
Puerta de Granada. Vista intramuros
(foto: archivo propio)
PUERTA DE SANTA MARÍA
De la Puerta de Santa María, llamada popularmente "del Pelotero", sólo queda el hueco, es decir, sus jambas. Da acceso por la Calle de Enrique Jimena al entorno de la Iglesia de San Pedro, barrio del Albaicín y plaza del castillo. En esta última se encontraron hace poco los restos de la planta de un edificio religioso que probablemente dio nombre a esta puerta. En el siglo XVI fue reedificada por el arquitecto Andrés de Vandelvira.
Restos de la Puerta de Santa María
(foto: archivo propio)
Bibliografía:
- Castillo Armenteros, Juan Carlos y José Luis. La Organización militar de la Orden de Calatrava en el Alto Guadalquivir a través de las investigaciones arqueológicas. Revista Arqueología y Territorio Medieval, 2003.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.
Impresionante la pulcredad en las calles, el patrimonio tan bien conservado... precioso, lejos estamos los de Jaén capital, un saludo!
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