Aspecto exterior de la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de Pozo Alcón
(foto: archivo propio)
El que fuera el bien patrimonial más importante de Pozo Alcón, su Iglesia parroquial bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación -un edificio de principios del siglo XVII-, fue derruido a mediados de los años sesenta del siglo pasado, constituyendo éste uno de esos casos de grave atentado contra el patrimonio artístico que pudo haberse evitado.
UN POCO DE HISTORIA
El pueblo de Pozo Alcón comienza su historia tras la conquista de Granada en 1492. Esta zona entre las provincias de Jaén y Granada, llana y extensa, denominada anteriormente "Campo Cuenca" por la presencia en este lugar del castillo homónimo, constituyó una peligrosa línea de frontera directa con el reino nazarita hasta prácticamente los últimos momentos de existencia de éste. Ello retardó los movimientos repobladores en el extremo sureste de la actual provincia de Jaén, que se llevaron a cabo a finales del siglo XV y principios del XVI.
Primero bajo la jurisdicción del concejo de Úbeda, y a partir de 1564 del de Quesada, el Pozo de Campo Cuenca era un modesto conjunto de cortijos ubicados en lo que hoy se conoce como el barranco de Casas Viejas -al noroeste del actual núcleo-, que a finales del siglo XVI contaba con 80 vecinos (alrededor de unos 350 habitantes aproximadamente). El actual núcleo de población debió surgir entre finales de esta centuria y principios del XVII en torno a la actual Placeta del Tío Fiera, donde confluyen las calles Venta y Era Alta, prolongándose el crecimiento por las calles Monje, Las Parras y Santo. Precisamente en la Placeta del Santo se levantaba uno de los dos edificios religiosos que mencionan los documentos de 1618, la ermita de Santa Ana, patrona de Pozo Alcón, hoy desaparecida. El otro era la también desaparecida Iglesia parroquial del lugar, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Encarnación, ubicada en el mismo emplazamiento donde hoy podemos contemplar a su sustituta.
LA ANTIGUA IGLESIA
El edificio, que debió construirse a principios del siglo XVII, en los momentos de consolidación del nuevo núcleo poblacional, respondía al esquema de templo de planta rectangular de tres naves -la central más alta y ancha que las laterales-, separadas por arcos formeros de medio punto. El coro se situaba en alto a los pies del templo, mientras que en la cabecera el presbiterio se cubría con cúpula de media naranja sobre pechinas. Tenía varias puertas de acceso, siendo la principal la de la fachada nordeste. La torre campanario presentaba dos cuerpos: el inferior de base poligonal y el cuerpo de campanas, este último cilíndrico con huecos de medio punto. Se cubría con un esbelto chapitel. Esta torre fue sustituida en la década de 1930 por otra de ladrillo.
En el interior destacaba el retablo mayor, rematado en su ático con el grupo escultórico representando el momento de la Anunciación del ángel a María y la Encarnación del Hijo de Dios.
Antigua fotografía, de los años 30, en la que se aprecia la parte trasera (cabecera)
del antiguo templo de Pozo Alcón
Fotografía de los años 40 donde de nuevo se observa la parte trasera del antiguo templo
Antiguo retablo mayor de la parroquia en una fotografía anterior a 1936
UN NUEVO TEMPLO PARA POZO ALCÓN
Los problemas para el antiguo templo parroquial comenzaron en la década de los años cuarenta del siglo pasado con una desafortunada intervención. Para dar mayor amplitud al paseo, las autoridades municipales ordenaron la demolición de los muros de contención que apuntalaban la nave central y servían de descarga de fuerzas de la pesada cúpula del crucero. Las consecuencias no tardaron en hacer su aparición: la cubierta se agrietó, los arcos se deterioraron por la sobrecarga y uno de los muros amenazó con desplomarse. Unas tirantas de hierro -que empeoraron considerablemente la estética de la construcción-, paliaron durante algún tiempo el desastre, pero unos movimientos sísmicos vinieron a evidenciar el delicado estado del edificio: la cúpula se derrumbó parcialmente y el edificio perdió solidez. Cualquier tormenta agravaba la cimentación de la iglesia, que recibía además las aguas mal canalizadas de la empinada calle Monje.
Así las cosas, sólo cabían dos opciones: o rehabilitar el templo o proceder a su sustitución por un nuevo edificio. En 1965, por iniciativa del entonces cura párroco, apoyado por la correspondiente comisión episcopal, aunque con el desagrado mayoritario del pueblo poceño, se acordó la demolición del viejo templo.
Se encargó al arquitecto Ambrosio del Valle la redacción de un proyecto para levantar un nuevo templo más acorde, según se argumentó, con los cánones litúrgicos del Concilio Vaticano II.
Aspecto exterior del templo construido en los años 60 en sustitución del antiguo. Pozo Alcón
(fotografía de los años 90)
Interior del templo parroquial de los 60. Vista de la amplia nave y presbiterio
(fotografía de los años 90)
El aspecto tanto exterior como interior de la iglesia, propio por otra parte de los templos de los años 60, se mantuvo tal cual hasta el año 2002, cuando se emprendieron unas reformas integrales que supusieron un lavado de cara para el edificio, modificando sustancialmente su estética hacia otra de regusto regionalista.
La nueva iglesia, situada sobre el solar de la antigua, tiene idéntica orientación, con los pies hacia el nordeste y la cabecera hacia el suroeste. Cuenta con una amplia nave central y, separada mediante arcos formeros de medio punto, una lateral en el lado del Evangelio (fachada del mediodía), ésta más baja y sobre la que, exteriormente, se sitúa una galería porticada de arcos de medio punto. La techumbre, decorada con un artesonado de madera, es adintelada y reforzada por arcos escarzanos que apoyan sobre pilares en ladrillo. En los muros laterales se abren grandes ventanales de arco de medio punto decorados con coloristas vidrieras. La cabecera es poligonal, y en los pies se sitúa un amplio coro en alto.
Aspecto interior del templo reformado en 2003. Nave principal y presbiterio al fondo
(foto: archivo propio)
Coro en alto en los pies del templo
(foto: archivo propio)
Posee dos portadas. La principal (fachada nordeste) es simple, adintelada, sobre la que se sitúa un amplio ventanal con vidriera y cruz latina superpuesta. Toda ella queda enmarcada por dos grandes pilastras en ladrillo que recorren la fachada. La portada lateral (fachada del mediodía), es de sencillo arco de medio punto en ladrillo. La torre, de base rectangular, es muy esbelta, y se localiza en el ángulo suroeste del edificio, junto a la cabecera, emplazamiento que no se corresponde con el que ocupaba el campanario de la antigua iglesia.
Torre campanario y fachada del mediodía con la galería de arcos de medio punto
(foto: archivo propio)
Destacan como elementos interesantes el lienzo de la Anunciación, una reproducción de la obra homónima de Francisco de Goya, y los retablos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, del artista Ramón Salarich.
Santa Ana, patrona de Pozo Alcón, en la Iglesia parroquial de La Encarnación
(foto: archivo propio)
Bibliografía:
- Moreno Moreno, Manuel. Pozo Alcón, Historia ilustrada de un pueblo. Baza, 1998.
- VVAA. Jaén, Pueblos y Ciudades. Jaén, 1997.
- "Sierra del Pozo", revista cultural.
En Pozo Alcon tenemos otra iglesia muy bonita que se encuentra en Fontanar.
ResponderEliminarIncreíble trasformación. Creo que lo hicieron muy bien
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